Sindicales

21/10/2016

La Fábrica de Aviones de Córdoba, en bancarrota

La crisis de Fadea y la resistencia de los trabajadores


A casi diez meses de gestión macrista en la dirección de la Fábrica Argentina de Aviones (Fadea), de la provincia de Córdoba, trascendió un informe donde se denuncia el estado de bancarrota en que se encuentra la fábrica, producto del sistemático vaciamiento y desvío de fondos que se produjo durante la gestión camporista.


Sin embargo, a pesar del tenor del informe y de las contundentes pruebas del despilfarro, a ningún fiscal federal le ha llegado el expediente para iniciar una denuncia contra la gestión anterior.


Continuidad


La actual gestión no ha elaborado ningún plan de inversión y reconversión del área material. La situación de obsolescencia de las maquinas han convertido a la fábrica en una unidad de mantenimiento y reparación de aviones. La actual gestión sigue la misma línea de los directivos K de enviar trabajos a talleres cuyos dueños son empresarios privados o provenientes de la fuerza aérea. 


El desfalco de más de $300 millones, producto del desvío de subsidios durante la gestión K, está siendo pagado por los trabajadores a través de suspensiones rotativas y la percepción del 75% de los salarios.


La burocracia sindical de los tres gremios  aeronáuticos (APA, APTA, STA) está en la línea de aceptar que no son los vaciadores sino los trabajadores quienes deben pagar los costos de la “herencia recibida”.


Sangría laboral


En la actualidad, los trabajadores vieron disminuidos alrededor de 10/15 puntos su salario, y el impuesto al salario recae sobre una parte importante de trabajadores de la fábrica.


Alrededor de 200 trabajadores se han ido a través del retiro voluntario.


Pero a pesar de todo, desde el Ministerio de Defensa se exige un plan de 400 a 500 despidos, lo que abrió una crisis con la dirección de Fadea.


Activismo


En los últimos años, el activismo y los trabajadores recibieron, por parte de la patronal K, varios ataques antisindicales y contra la organización de base, como la división del personal de la planta en tres gremios y la persecución a partir de los cursos obligatorios a los activistas. Pero también sufrieron el golpe de la cooptación de un sector del activismo a manos de la burocracia de Apta (Técnicos Aeronáuticos), que ahora se ubican del lado de los ajustadores.


En algunas secciones se han organizado autoconvocatorias, y hay un debate acerca de la situación general de la fábrica. Todas estas iniciativas se diluyen, por un lado, por la política de la burocracia sindical de dejar pasar el ajuste y, por el otro, por las dificultades, de parte del activismo, para organizarse y unificar al colectivo de trabajadores.


La formación de la lista Violeta fue el primer paso para conformar un agrupamiento independiente, frente a la regimentación kirchnerista y las presiones de la burocracia de Apta. Esto a partir de un programa, cuyo principal eje es una salida al impasse en que se encuentra Fadea.


Es fundamental impulsar una campaña de agitación por todas las secciones, denunciando la actual situación en la que se encuentra la planta y ligar su reactivación con la defensa de los puestos de trabajo, el salario y la derogación del impuesto al salario. El aislamiento del activismo o marchar detrás de alguna de las variantes de la burocracia sindical, puede ser criminal.


Desde el Partido Obrero en el Frente de Izquierda redoblaremos la agitación sobre Fadea, colocaremos nuestra bancada en la Legislatura como una tribuna de denuncia y reagrupamiento para que la crisis la paguen los vaciadores y no los trabajadores.