Sindicales

6/8/1998|595

La flexibilidad laboral es causa de muerte

“El estrés y el exceso de trabajo son la causa de la mayoría de los accidentes de trabajo… Está demostrado claramente que la presión hacia la mayor cantidad de horas de trabajo genera la presión hacia el error, y esa presión, en muchos casos, son accidentes” (Clarín,12/7).


Quien dice esto es Jorge Ferrari, el presidente de la Cámara que agrupa a las ART. Como Ferrari pertenece a la patronal de las compañías de seguros y de las ART que tienen que pagar por los accidentes que se producen en las fábricas y oficinas de otras patronales, no tiene más remedio que admitirlo.


Así reconoce que “hay estadísticas que demuestran claramente que las situaciones de presión generan mayor ‘accidentología’. Un ejemplo son los choferes de larga distancia que tiene menor descanso y están mucho tiempo en la ruta… Las presiones sobre la productividad mayores de los estándares lógicos generan accidentología” (ídem).


Prolongación de la jornada de trabajo, flexibilidad, productividad son sinónimo de accidentes de trabajo y muchas veces fatales. También los bajos salarios, porque contribuye al ‘estrés’ un salario que no permite llegar ni a mediados de mes.


Pero los accidentes de trabajo no ocurren sólo en las fábricas. Según las estadísticas, un 30% de los accidentes graves y fatales se produce entre el domicilio y el lugar de trabajo. Así, el hombre de las ART también admite que”hay un problema de violencia social que se encuentra relacionada con la vuelta del obrero a su casa en horarios muy complejos. Lo discutimos con una empresa que tenía una alta accidentología, porque por las características de la actividad la gente volvía a su casa a la madrugada, a lugares marginales y eran asaltados, golpeados con agresiones fuertes”.


Superexplotado en la fábrica, el trabajador es asaltado cuando vuelve a su casa como consecuencia de un régimen social que tiene un 30% de desocupados y subocupados, tiene a millones de personas en la pobreza e indigencia y confina a los obreros a vivir en ‘lugares marginales’, o sea en casas precarias, sin asfalto ni luz.


Sobre este cuadro social se agrega la propia acción de la patronal. Según Ferrari, las empresas no invierten ni en prevención ni en seguridad ni en capacitación de los trabajadores. Así, “se ve claramente que hay mayor frecuencia de siniestros en las empresas que están con faltas en materia de seguridad e higiene”.


Nada menos que el 97% de las empresas no cumple con las normas de seguridad. En el 75% de las obras de construcción inspeccionadas se encontraron violaciones a las normas de seguridad, reconoció la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Total, para la patronal, el seguro del trabajdor tiene un costo bajísimo: “en promedio de 8,96 por mes por trabajador”.


A cambio de esos 8,96 pesos mensuales, “las empresas se desentienden de la prevención, de la atención médica de los accidentes y del pago de las rentas o indemnizaciones que pudieran resultar. Y que son, por cierto, bajísimas, del orden de los 150 pesos por mes para la viuda del trabajador fallecido. Además, al trabajador damnificado o a sus familiares les está vedado recurrir a los tribunales. ¿Entonces, para que‘gastar’ en prevención, seguridad y capacitación humana?”, se lee en Clarín (29/6).


Esta es la realidad laboral, economico y social que se encuentra detrás del aumento en los accidentes de trabajo. El tema no pasa por una ley que aumente algo las multas a las patronales, como proponen Alvarez-Meijide y Gerardo Martínez. Esto le permite a la Alianza mantener los ‘contratos basura’ y aumentar a 6 meses el período de prueba, y a Gerardo Martínez y a la burocracia sindical firmar convenios ‘flexibles’.


Por todo esto el Partido Obrero plantea que la CGT y los sindicatos llamen a un paro general para:


  • Que se retire la reforma laboral del Congreso.
  • Por la derogación de la ley de riesgos del trabajo y de toda la legislacióln flexibilizadora.
  • Aumento del salario. Por un básico de 1.000 pesos mensuales. Jornada de 8 horas.
  • Control obrero de la producción y de los ritmos de trabajo.
  • Pension igual a la canasta familair para los trabajadores damnificados y sus familias.