Sindicales

18/7/2013|1277

La gran lucha de Kromberg

Los trabajadores de Kromberg habían logrado imponer una conciliación obligatoria con doce despedidos adentro, luego de un gran paro y corte en el Parque industrial de Pilar por más de 14 horas.


Kromberg & Schubert produce mazos de cables para las grandes autopartistas del país y tiene un plantel de más de 650 operarios -en su 80% mujeres- nucleados en el convenio plástico y sometidos a todo tipo de atropellos: bajos salarios, categorías inferiores, esfuerzos excesivos y la prohibición de organizarse.


El conflicto empezó con un movimiento (exitoso) por el pago de un plus salarial y continuó con una huelga de tres días por la reincorporación de dos activistas que se afiliaron a la CTA como parte de una afiliación de 120 compañeros. A esto, se sumó el reclamo por el centenar de trabajadores despedidos en lo que va del año, la efectivización de contratados y tercerizados, y la elección de delegados de base. Se votó una comisión provisoria de seis compañeros, quienes actúan como voceros de la asamblea.


El acuerdo entre la policía y la patronal


Terminada la conciliación obligatoria, la patronal siguió con su postura de no reincorporar a los doce activistas. A partir de ese momento los trabajadores votaron en asamblea volver a la lucha por la reincorporación de los despedidos, por la efectivización de los contratados y el respeto al convenio.


El fin de semana se votó un acampe. Allí, los trabajadores no sólo tuvieron que enfrentar a la empresa sino también a la policía, que desalojó a los trabajadores que acampaban.


Frente a esta situación, se votó un paro de 48 horas, bloqueando la puerta de la fábrica. La policía, con orden de la fiscalía local, nuevamente actuó contra los trabajadores Pero el paro y el bloqueo de los trabajadores fue un éxito: la mayoría no entró y se quedó apoyando la lucha.


Etapa de definiciones


La lucha de Kromberg ha entrado en momentos decisivos. Al cierre de esta edición, la fábrica está parada. Se realizó un corte masivo de 300 obreros en la Panamericana, que luego manifestaron en el ministerio. La firmeza de los trabajadores, especialmente de las mujeres, ha sido extraordinaria.


La unidad de la fábrica en el paro es la clave del conflicto, algo que no es sencillo a pesar de la gran voluntad obrera. La burocracia del sindicato boicotea la lucha, y en el último tramo intervino Yasky: en una reunión con la patronal, por atrás de los obreros, planteó una reincorporación parcial que dividiría el conflicto, algo repudiado por los trabajadores. El paro, los cortes y manifestaciones serán clave para arrancar la victoria.