La hora de los delegados

Paritarias e impuesto al salario

Es obvio que las paritarias no se cerraron al 18% que pretendieron inicialmente el gobierno y la UIA. Pero el 24% en cuotas que aparece como el nuevo tope, tiene grandes chances de quedar por detrás de la inflación del año, que algunos estiran hasta el 30%.


Aún tomando los mentirosos porcentajes punta-punta, podemos estar ante un recorte histórico del salario real en 2013. Ello es más grave aún en los salarios estatales y docentes. No por casualidad se dieron las grandes lucha de Neuquén, Chaco, Tierra del Fuego, el rechazo a los acuerdos en Conadu Histórica y el conflicto reabierto en la docencia bonaerense.


Que los convenios se hayan cerrado tan tarde fue consecuencia de una impasse incluso en los gremios de la CGT oficial, algunos de los cuales -como alimentación- no cerraron aún hoy. Pero los Caló, Gerardo Martínez, Cavalieri y otros han decidido sostener al gobierno. Aceptaron el cepo salarial y movilizaron el 25 de mayo con Cristina.


Otra vez, como tantas en el pasado, estuvo sobre la mesa la negociación por los fondos de las Obras Sociales. Los burócratas se inclinan ante el manejo de la caja, de la cual el gobierno se viene quedando con casi 20.000 millones. Tortuosamente, negocian reintegros automáticos para la discapacidad y otras cuestiones que, aunque a cuenta gotas, benefician a la CGT Balcarce por referencia a los opositores.


Moyano y Micheli


Pero, además, el gobierno logró la proeza de que La Bancaria se vaya de la CGT Moyano mediante un acuerdo por el cual los bancos pondrán 100 millones para la quebrada Obra Social. Se menciona también una posible devolución del manejo perdido desde que Zanola fue a la cárcel. Otro tanto pasó con la Uocra, que logra otros 200 millones -a razón de 45 pesos por compañero- por diez meses, para su obra social.


Se aprecia aquí que la patronal financiera y la patria contratista valoran el poder del gobierno kirchnerista para contener al movimiento obrero, mediante una CGT Balcarce y una CTA Yasky que aparecen como garantes de la gobernabilidad. Los Caló, Andrés Rodríguez o Maldonado de Ctera marcaron las cuotas que aspiran a despejar hasta octubre el frente de la clase obrera, a pesar de los fracasos reiterados de Moreno en materia de congelamiento. Finalmente, la gran patronal del comercio logró también una paritaria a la baja, y el des-control de la abrumadora mayoría de los precios.


A todo esto ha contribuido la total defección de un plan de lucha de conjunto de Moyano y Barrionuevo que dejaron colgado del pincel a Micheli. Este terminó condenado a los cortes de ruta del 29 de mayo, como para pasar el otoño. Otro gran gremio moyanista, papeleros, firmó, de callado, en abril un 26% en cuotas, incluídas sumas en negro.


Los delegados


Sin embargo, las patronales están atentas al fenómeno de los delegados fabriles. En la Faiga, de gráficos, una fracción patronal insistió que si se firmaba en el 23% arderían los talleres grandes por abajo, lo que tuvo expresión en la movilización del clasismo al sindicato y en los dos plenarios de delegados, los primeros en 25 años. En esta línea Julián De Diego, reputado experto empresarial en relaciones laborales, advierte que "el modelo sindical de Perón está cuestionado, hay que tener cuidado porque los trabajadores buscan representación en los delegados, el arreglo con la cúpula no es garantía de que las bases lo van a aceptar" (La Nación, 19/5). Esa realidad se expresa ahora mismo en el reclamo del 35% de Fate, en el reclamo de los paritarios de prensa elegidos por la base, en el de los sindicatos azucareros de Jujuy y Salta, en el 40% reclamado por Cicop a partir de un inédito movimiento de bases entre los médicos bonaerenses, en la huelga de La Serenísima por 900 pesos de aumento y, desde luego, en el conflicto del Suteba, cuyas agachadas el clasismo le cobró caro a Baradel en las últimas elecciones.


La movida fabril es válida para todo el movimiento obrero. En los gremios que no cerraron, especialmente alimentación, el desafío de las internas clasistas es mover dentro de las fábricas al colectivo obrero. Pero también en todos los demás gremios, donde se plantean adelantos de cuotas, adicionales, y aplicación a todos los ítems del porcentaje de paritarias. En todas las metalúrgicas, plásticas o gráficas que se produjo un movimiento de mandatos después desoídos por la burocracia sindical, quedan planteadas las bases futuras de lucha ante un eventual recrudecimiento inflacionario.


Pero por otro lado, en la línea de la movida del Sutna y el clasismo que movilizó el 24 de mayo por la anulación de ganancias y asignaciones, viene ahora un ancho campo para defender los aumentos paritarios de la confiscación del impuesto al salario. Fate está tomando ya el planteo que un par de años atrás impusieron los trabajadores de Tiempo Argentino: que la patronal se haga cargo del total o de parte del impuesto al salario, como un aspecto de la lucha que abandonó toda la burocracia sindical en este punto tan sentido en todo el movimiento obrero. Esta campaña será, sin duda, tema del próximo plenario clasista convocado por el Sutna San Fernando para el próximo 8 de junio.