Sindicales
22/5/2014|1315
La huelga de la Alimentación
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En el marco de la negociación salarial y convocados por el STIA, los 80 mil trabajadores de la Alimentación iniciaron la semana pasada un plan de lucha consistente en paros de dos horas por turno.
La patronal ofrece un 25 por ciento en cuotas que fue rechazado. El gremio pide 30 por ciento para 2014 (o 35 hasta abril 2015).
La paritaria se encuentra vencida desde el 1 de mayo, aunque en muchas fábricas se arrancó algún paliativo hasta la firma del convenio, sea mediante paros como en el caso de Granix-Baradero que consiguió 1.000 pesos mensuales por la amenaza de ir a un conflicto, como ocurrió en Arcor-Bagley, donde la patronal otorgó una suma de alrededor de 500 pesos por quincena no descontables, a cuenta y a cambio de una “paz social” que estalló con la medida nacional.
El paro tiene un acatamiento masivo, aunque no fue ratificado en asambleas de base. Se cumple dentro de las plantas y, en algunas empresas como Arcor, se realizan quemas de neumáticos y ollas populares para impedir el ingreso de camiones.
La fuerza de la medida de lucha tiene un fundamento: en las fábricas hay mucha disconformidad con lo ofrecido por las empresas, pero también con lo propuesto por el sindicato. En Kraft y en Unilever están pidiendo el 40 por ciento; en Arcor, los trabajadores piden entre el 38 y el 40 por ciento, también.
En vez de organizar las fábricas para profundizar las medidas y quebrar el techo salarial que pretende la cámara patronal, el sindicato especula con que el Ministerio de Trabajo dicte una conciliación obligatoria que siente a las empresas a negociar.
El paro nacional de la Alimentación, aún con el corsé burocrático, confirma que los trabajadores han colocado en jaque el ajuste, comenzando por enfrentar los techos salariales. Los aires de la huelga general docente siguen soplando.
Vamos por asambleas en todas las fábricas de la Alimentación, por 40 por ciento de aumento en una sola cuota y 9.000 de básico, por un congreso de delegados del STIA con mandato de fábrica que resuelva un plan de lucha escalonado para ganar.