Sindicales
24/4/2014|1311
La huelga docente supera un decretazo de Urtubey y va por más
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Salta: la cuarta semana
Una multitudinaria marcha provincial docente y una masiva asamblea, que ratificó la huelga por tiempo indeterminado, fue la respuesta contundente al decretazo con el que Urtubey pretendió la vuelta a clases.
En la plaza 9 de Julio son más de 60 las carpas de docentes, pero también de padres y estudiantes, que se han sumado en apoyo. Idéntico escenario se presenta en las principales ciudades del interior provincial que en algunos casos acompañan con cortes de ruta.
Los trabajadores de las clínicas y hospitales salieron a la calle a aplaudir la manifestación, los transeúntes también. Es que la población percibe en la huelga el intento más serio de derrotar el cepo salarial y más en general el ajuste antiobrero.
Incuestionablemente, en esta huelga están todos los elementos de la tendencia a la huelga general con el protagonismo del activismo y de la izquierda revolucionaria, que ya asestó un golpe fundamental a la burocracia de la intergremial, un soporte clave del gobierno en todos estos años.
Con el decreto, el gobierno echó lastre con un cuota adicional del 5 por ciento extensiva a todos los estatales, completando el 30 por ciento con la última cuota a pagar en agosto.
Para curarse en salud, esta mañana la marcha pasó por la Defensoría del Pueblo para disuadir al “defensor” de su propósito de ir, por vía de amparo como en la provincia de Buenos Aires, a tratar de obligar a la docencia a levantar el paro.
Las bancadas del PO: voceras de la lucha
El gobierno en pleno acusó desde el principio: “ésta es la huelga del PO” y “que era apenas una acción faccional”. Pero la huelga no hizo más que crecer y extenderse. Frente a la masividad alcanzada, ahora el gobierno giró y dice que el problema es que el PO la dirige, que el petitorio de 5.500 pesos es inalcanzable y por eso convoca abiertamente a separar a nuestros compañeros de la dirección para poder “solucionar el conflicto”.
Los que ya en el pasado fueron responsables de la disolución de la asamblea autoconvocada y llamaron a confiar en Urtubey, son los mismos que hoy repiten -como loros- estos ataques del gobierno al PO y a la asamblea.
Nuestras bancadas siguen siendo las voceras de esta lucha en las cámaras. Hemos participado en la reunión con los delegados de la asamblea y todos los presidentes de bloque, y comprometimos la presentación de un proyecto de ley para derogar la 6.821, que virtualmente prohíbe el derecho a huelga. Asimismo, hemos polemizado con el oficialismo, demostrando que hay financiamiento para aumentar salarios, haciendo que paguen los grupos beneficiados por la devaluación, eliminando los sobrecostos de la obra pública y los privilegios de los funcionarios, como parte de una revisión integral del presupuesto que comience por garantizar el salario igual al costo de la canasta familiar.
Nuestros planteos fueron muy comentados y muy bien vistos en la docencia, ya que desarman la mentira oficial con la que pretenden defender el decretazo, que afirma que si le aumentan a los docentes tienen que paralizar la obra pública.
El Congreso Nacional del Partido Obrero ha considerado el triunfo de esta lucha como un eje del mayor interés de todos los trabajadores del país y aprobó un conjunto de acciones de solidaridad, que comenzaron con un nuevo acto en la Casa de Salta junto a los Suteba combativos y la extensión del fondo de huelga a todas las organizaciones populares del país.
La huelga docente salteña ha puesto en pie asambleas en todas las localidades que deliberan y mandatan a sus delegados. Esta conquista no debe retroceder en ningún escenario; debe ser la base para que la docencia vuelva a tener un sindicato. Hay que imponer que el gobierno reciba a los delegados de la asamblea y dé respuesta al petitorio; y superar definitivamente a la burocracia vendida de la intergremial.
Es posible conquistar las reivindicaciones y darle un golpe decisivo a la pata gremial del régimen “ajustador” de Urtubey.