La industria metalmecánica y los trabajadores

-Exclusivo de internet

El gobierno expone el caso de la industria automotriz (y metalmecánica) como el ejemplo del crecimiento de la economía argentina y el buen manejo de parte de los K del efecto de la crisis internacional. ¿Es así? El año pasado dejó un saldo deficitario de alrededor de 5.000 millones de dólares. Como se caracterizó en Prensa Obrera Nº 1.068, “la industria automotriz es una drenadora de divisas”. Una de sus características es que está estructurada para el armado o ensamblado de los automóviles.

En 2010, el 21% del total de las exportaciones argentinas tuvieron como destino el mercado brasileño. Las automotrices argentinas colocan en Brasil el 85% de sus coches, después de batir un récord de producción de 730.000 unidades en 2010, las terminales argentinas sueñan con un 2011 donde las plantas produzcan 840.000 unidades. Un movimiento cambiario en Brasil afectaría el nivel general de la industria. Dilma Rousseff admitió que podría tomar “medidas que no se confiesan ni a uno mismo” (devaluar). Hoy el real se cotiza a 1,66 el dólar. Este dato trae a la memoria el año 1999 cuando las exportaciones argentinas a dicho país cayeron el 28,4% en 1999, como consecuencia de una devaluación del real. El gobierno de la provincia de Córdoba mantiene una serie de subsidios en la electricidad, obras de infraestructura para los accesos a las terminales, y el pago los 400 pesos del sueldo de cada empleado.

Si la industria metalmecánica constituye una “tercerizada” de los pulpos automotrices, lo mismo sucede en las relaciones laborales. La industria automotriz contrata personal vía consultoras privadas. Estos contratos temporales contienen una serie de restricciones en los ingresos de los trabajadores (sumas en negro) y en su estabilidad laboral. En Fiat existen hasta tres tipos de contratos por tiempo determinado. Una de las principales consultoras que trabaja con Fiat o Iveco es Adecco, que se encuentra investigada por caso de trabajo esclavo en los campos cordobeses. A fines del año pasado, solamente Iveco se desprendió de aproximadamente 150 trabajadores en situación de contratados. Estamos escribiendo sobre la fábrica que representaba lo más avanzado en el movimiento obrero fabril en el conflicto de 2008-2009.

Otra característica son las tercerizaciones, a partir de la contratación de empresas para realizar operaciones desde tareas como la limpieza, el mantenimiento de máquinas o la comida a la organización de la logística a la organización de la logística como los casos de Better Service en Iveco o Cargo en la Renault. Los trabajadores de la empresa Better Service se encuentran encuadrados en el sindicato de comercio. Pero también existen trabajadores que se encuentran sin convenio como el personal administrativo, e inclusive con bajas categorías como los trabajadores de las concesionarias.

La industria automotriz opera a través del “Plan Fiat Italia”, que combina un ajuste brutal en las condiciones laborales, los bajos salarios, contratos temporales y prolongación de la jornada de trabajo con el aumento de la producción.

Las tareas que se desprenden

La derrota de la burocracia en las últimas elecciones de delegados de VW Córdoba fue producto de las conclusiones que estableció el activismo con los trabajadores sobre la entrega de la burocracia sindical en torno a sus reivindicaciones como el salario. Esta iniciativa debe transmitirse al resto de las fábricas sobre la base de la elaboración de un pliego que una las reivindicaciones (como el salario, la categoría y la efectivización, la unificación de todos los trabajadores sobre la base un convenio común, ampliamente discutido y aprobado por asamblea) con la recuperación de los sindicatos como escuela de la clase obrera, es decir, con la expulsión de la burocracia sindical.

El desarrollo de agrupaciones clasistas en la industria metalmecánica debe partir de la caracterización de la situación actual en la industria cordobesa como balance del conflicto ocurrido hace dos años. Coloca en el centro del debate un eje central del programa que debe desenvolver la agrupación como el control y gestión de la producción en manos de los trabajadores y los recursos y el desarrollo industrial al servicio del conjunto de la población.

Mientras las automotrices mantienen a miles de trabajadores en situación de precariedad laboral, ya sea por medio de las tercerizadas o de contratos eventuales, en medio de la temporaria reactivación del sector y de cara a la producción record esperan, las patronales incorporan miles de trabajadores (sólo en Córdoba, 1.000 en Fiat, 500 en Renault, 600 en VW) bajo el régimen de contrato eventual renovable. Smata deja pasar la coyuntura para luchar por un cese del trabajo precario. Se plantea la lucha para lograr el pasea planta y la absorción de los trabajadores tercerizados. También se plantea un reclamo salarial acorde a las ganancias de las empresas en la crisis automotriz, mucho mayor que el simple ajuste por inflación.