La Lista Marrón (Tribuna Docente e independientes) se presentó para las elecciones de noviembre en el sindicato docente de Neuquén.

De la mano de la nueva situación política ha crecido la cantidad de compañeros que se han sumado a la lista, y por otra parte han retrocedido las direcciones que componen el oficialismo (Azul y Celeste, que presentaron listas a último momento y en menos seccionales). La Celeste perdió cuadros en algunas seccionales (se presentan como Turquesa).

La Marrón se presenta en las seccionales Capital, Plottier y Centenario; además, va para Comisión Directiva provincial y congresales a Ctera con 40 candidatos.

Los que construimos la Marrón sostuvimos que una nueva dirección debe plantear una salida de conjunto en los términos formulados por la Asamblea Nacional de Trabajadores ocupados y desocupados, interviniendo activamente en la actual crisis de poder. Esta fue nuestra campaña, y dio sus frutos.

Quedó en el camino la campaña oportunista y demagógica por la unidad para “evitar que siga la actual dirección”, impulsada por quienes fueron direcciones responsables del vaciamiento de Aten en el período que va del ’94 al 2000. Liliana Obregón (ex secretaria general como Lista Granate, aliada a la Ccc) y el Mst pretendieron ser la bisagra para “unir” a su alrededor una cooperativa electoral que en definitiva era antipiquetera y que se proclamaba “independiente de todos los partidos políticos”, con un programa cubierto de generalidades que suscribe hasta la Celeste.

La cooperativa electoral no pudo llegar ni a la esquina. Las agrupaciones afines de la vieja y pulverizada Granate (firmante del acta de entrega de la huelga del ’97 con Sapag) no se presentaron ni en Plottier ni en Centenario, ni la Ambar (Obregón) y Fucsia (Mst) en Neuquén capital. De conjunto, esto es una verdadera claudicación ante la burocracia sindical y un signo de descomposición política. Solo quedó la Lista Rosa que alguna vez dirigió Aten, que sólo pudo presentar lista en Capital y candidatos a la provincial.

Ahora, los que se quedaron afuera llaman a votar en blanco “para que se vayan todos”, pero en la asamblea del 7 de octubre se unieron para disimular el voto en contra del plan de lucha propuesto por la Marrón (progresivo hasta el indeterminado con asambleas de distrito), inventando una moción trucha de ratificar un paro de la Cta (que al inicio de la asamblea habían repudiado).

 

Un cuadro de lucha

De conjunto, la burocracia viene dilapidando la lucha docente. El paro del 30 de agosto fue coronado con una masiva movilización, a partir de lo cual la directiva planteó la política de “medidas posibles”, un retiro y dos paros de 24 horas, medidas de apuro y sin perspectivas, con paseos fugaces por la ciudad. Se plantea la recuperación del 20 % de zona y el aumento salarial, en un escenario en el que el gobierno impulsa recortes en las licencias para suplentes y rurales, el voluntariado para reemplazar a los docentes que hacen paro o están con licencia, el cierre de comedores. Frente a este cuadro de situación, las asambleas son convocadas “por abajo del poncho” para que nadie asista y los plenarios de secretarios generales en el interior, donde finalmente… no dan quórum.

Nuestra actividad se basa en el planteo de no esperar a las elecciones de noviembre para definir una nueva dirección en Aten, sino arrancar ahora y aquí el plan de lucha que necesitamos.