La Lista Naranja de Músicos Organizados

Plantamos una bandera clasista en el Sadem

Frente de Artistas

La lucha por tener una lista independiente en las elecciones del Sadem (Sindicato de Músicos) a realizarse el 3 de septiembre dio sus frutos: Músicos Organizados (MO) presenta la lista Naranja. Luego de un gran esfuerzo se logró cumplimentar los requisitos "legales" que iba solicitando la Junta Electoral. Un proceso plagado de irregularidades, sin reglas claras, en el que actualmente luchamos para que se presenten los padrones reales. ¡Hasta candidatos de la lista no están en el padrón! Presentamos una lista que nos representa ampliamente, unitaria, con músicos reconocidos en sus ambientes musicales y con una larga trayectoria artística y de lucha por nuestros derechos. De ella participan artistas de la talla de Patricia Barone y Javier González (tango), Pecho Anzoategui y Lucas Honigman (Las manos de Filippi), Eduardo Mileo (músico y poeta), Adriana de los Santos (pianista), Osvaldo "Bocón" Frascino (ex Pescado Rabioso) y muchos otros. Mención aparte merece nuestra Comisión Revisora de Cuentas que está integrada por grandes intérpretes como Ciro Pertusi (Jauría), Bernardo Baraj, José Piazza (Teatro Colón) y Guillermo Tejada Arce (Teatro Colón). Luego de muchos años de lista única, hoy los músicos tienen una nueva opción para elegir quien los represente La Lista Naranja de Músicos Organizados marca el inicio de un proceso que apunta a la recuperación del Sindicato para los músicos. Las adhesiones que llegan masivamente (aún de los no afiliados) marcan un fenómeno: nuestra lista se convierte en un punto de referencia y refleja unitariamente a todos aquellos que quieren un sindicato democrático, que no se sienten representados por la actual dirección.


Expresa la necesidad de una organización sindical que esté a la cabeza de los derechos que han sido sistemáticamente avasallados por los empresarios de la industria musical en sociedad los gobiernos nacional, provinciales y municipales. El trabajo precarizado y en negro es el factor común de miles de músicos en el país, al igual que en la mayoría de los gremios, que llega a la aberración de tener que "pagar para tocar".


La dirección del Sadem revista en el moyanismo (adhesión absolutamente inconsulta con los afiliados), lo que los coloca más aún en el campo de los empresarios que lucran con la producción artística, como De Narváez (en cuyas listas para elecciones nacionales participan moyanistas). A su vez, esto actúa como elemento de crisis, pues los aleja del ala protectora del gobierno, al cual adhirieron hasta hace poco. Una política y un método


La trayectoria de MO refrenda de manera clara lo que propone para el sindicato: asambleas periódicas, comisiones abiertas, el debate colectivo y la acción directa como método de lucha. Se reivindica parte de la lucha de los trabajadores para terminar con este sistema de explotación, y a su vez reafirma su independencia de gobiernos y empresarios.


El padrón aprobado por la Junta Electoral de menos de dos mil músicos en condiciones de votar contrasta con lo informado por el sitio web del Sadem. "El Sadem cuenta en la actualidad con algo más de 25.300 afiliados en todo el país". Esto refleja crudamente el accionar de estos años de conducción: el alejamiento de los afiliados de su vida sindical. MO lanza su campaña electoral redoblando esfuerzos por la afiliación masiva.


El caso más emblemático es el de la Ciudad de Buenos Aires, donde se concentra la mayor actividad musical del país pero sólo 300 afiliados están en condiciones de votar.


Ya contamos con las firmas de grandes artistas reconocidos en todo el mundo. Con festivales, reuniones abiertas y asambleas, recorridas por escuelas de música, conservatorios, y nos proponemos formar asambleas de MO en todo el país. Ya empezamos nuestra campaña de fiscales para garantizar una elección transparente.


Comenzamos con un triunfo, que fue plantar una bandera clasista por la recuperación del Sindicato y presentar una lista que es expresión de unidad de todos quienes luchan por defender nuestros derechos.