La Lista Naranja se hace cargo de la agenda de los trabajadores


En el habitual plenario de los sábados de La Naranja, con la presencia de treinta candidatos y adherentes, se debatió el curso de la campaña, a la luz de los informes de los equipos por línea, que desarrollaron una semana de intensa actividad.


 


Se verificó un gran interés en las estaciones sobre el compromiso programático que La Naranja está distribuyendo y que contempla, desde el blindaje de las boleterías hasta las condiciones de higiene y seguridad, pasando por la silla para auxiliares, francos, ropa de trabajo e ingreso de personal y ascensos, entre otros puntos. O la carta de Charly Pérez a los talleres, encarando los sensibles temas de seguridad, tanto en el trabajo como en las formaciones, cuyo mantenimiento está a cargo de los mecánicos de material rodante y sufre una precarización criminal por parte de la patronal.


 


En el plenario se presentó el material: “Propuesta de La Naranja para el salario y la paritaria”, que está llamado -se coincidió- a jugar un papel central en la campaña. En primer lugar, por ser el tema actual y común a todos los trabajadores. Y luego, porque está colocado en el meollo de la lucha política entre las distintas listas.


 


En la medida que el gobierno y las conducciones gremiales están acordando patear afuera las paritarias y manejarse con sumas a cuenta, el oficialismo kirchnerista de la Roja y Negra se las ve mal para encararlo. Una prueba: sus candidatos, miembros de la actual conducción, en sus visitas a los sectores, carecen de una propuesta salarial. Y esto nada menos que en la semana que vence la paritaria de 2014.


 


También la Bordó-Violeta tiene limitaciones en el punto y, en general, en relación con toda posición de lucha. Esto porque está constituida, centralmente, por un sector desplazado de la Roja y Negra, que mantiene sus principales características: apoyo al gobierno nacional, admiración por las condiciones negociadoras del pianellismo y métodos punteriles. El hecho de que el PTS haya elegido subordinarse a este sector, fracturando la unidad clasista lograda en el frente Tricolor hace cuatro años, lo coloca en un terreno de enorme conservadurismo. Algunos compañeros plantearon que la Bordó- Violeta es casi una “colectora” del kirchnerismo del subte.


 


La Naranja plantea básicamente que se intime a la empresa a la urgente instalación de la paritaria con la AGTSyP, por un 40 por ciento de aumento y corrección por costo de vida y 2 por ciento por año de antigüedad, eliminación del descuento por “ganancias” o su absorción por la patronal y la elección de paritarios de base. Y alerta contra toda dilación en nombre de negociaciones previas con la UTA, un aparato marginal y rechazado por la masa de trabajadores.


 


Se votó constituir la “rama femenina” de La Naranja, con un programa muy avanzado ante la doble explotación -como trabajadoras y como mujeres- de las compañeras. Y la realización de una fiesta de cierre de campaña para el sábado 14 de marzo.