Sindicales

24/3/2004|843

La lucha de Brukman no terminó

Después de una larga y tenaz lucha, la fábrica Brukman fue declarada sujeta a expropiación y entregada a la Cooperativa “18 de Diciembre”, que formaron sus trabajadores.


Los obreros, sin embargo, recibieron la fábrica en un estado calamitoso: muchas máquinas estaban rotas, faltaban piezas esenciales, se habían robado prendas listas para ser entregadas que habían sido fabricadas antes del desalojo policial.


Rápidamente, los trabajadores resolvieron lo que se podía y la fábrica recuperada comenzó a producir. Trabajo “a façon”, reapertura de la tienda de venta al público… en fin, se pusieron a trabajar.


Pero el gobierno largó a los trabajadores a su propia suerte (sin hacerse cargo siquiera de brindarles una cobertura médica o un seguro de vida obligatorios).


En estas condiciones, los trabajadores están reuniendo alrededor de 150 pesos semanales cada uno, sin aportes jubilatorios ni guardería para las trabajadoras con bebés y niños pequeños; tampoco cobran aguinaldo, ni vacaciones; carecen de obra social, y deben pagarse los medicamentos sin ningún descuento.


Es como si fueran trabajadores en negro; trabajan hasta extenuarse y apenas si llegan a parar la olla.


Se dice que este mes dejarían de cobrar el subsidio de 150 pesos del plan Jefes y Jefas.


Los obreros han constituido diversas comisiones para hacer funcionar la fábrica, de administración, de ventas, etc.


Lo que está planteado es que el Gobierno de la Ciudad garantice un salario mínimo de 800 pesos a cada trabajador, el pago de aguinaldo, vacaciones, licencias y demás conquistas del Convenio Colectivo de Trabajo; otorgue una cobertura de salud para todos los trabajadores y familiares a cargo con provisión de medicamentos y el pago de los jornales perdidos por enfermedad; que se haga cargo del seguro de vida, y como marca la ley. También, que se abra una guardería en la fábrica, que puede dar cabida no sólo a los hijos de los trabajadores, sino que también puede cubrir esta necesidad en el barrio. En su defecto, que se haga efectivo el importe equivalente al pago de una guardería privada.


El Gobierno de la Ciudad, además, debe transformar a la fábrica Brukman en proveedor privilegiado del Estado, y otorgarle un subsidio para impulsar y diversificar la producción.


Los obreros de Brukman que iniciaron su lucha con el Argentinazo, ocuparon la fábrica y la hicieron producir bajo control obrero, resistieron 8 meses en una carpa, y demostraron que ni la patronal, ni el Estado con la represión, ni el gobierno con su política de desgaste podían quebrarlos.


Los obreros apoyados por el movimiento piquetero, lucharon denodadamente contra el vaciamiento patronal, lograron defender su fuente de trabajo, y hoy tienen planteado recuperar sus derechos elementales. La lucha de Brukman continúa