Sindicales

24/7/2008|1047

La lucha de Mafissa no está cerrada

Bajo durísimas condiciones continúa la lucha y resistencia de los obreros de Mafissa. El viernes 18 de julio, al concluir la marcha mensual por la aparición de Jorge Julio López, se realizó un acto en las carpas ubicadas frente a la gobernación, en la plaza de San Martín, sostenidas con mucho esfuerzo por despedidos y suspendidos. A pesar de los golpes (103 compañeros fueron despedidos y hay casi 200 suspensiones), la lucha de Mafissa no es un capítulo terminado.

El patrón Curi, además, se está valiendo del procesamiento de los 18 compañeros de la Interna y de las suspensiones. Aprieta con amenazas a los obreros que están trabajando (el 25% de la dotación) en un régimen esclavo de dobles jornadas, privados de todo tipo de derechos. Adentro de la fábrica, Mafissa es cada vez más una olla a presión.

No hay normalización

A tres meses del desalojo violento de la planta, los suspendidos no han vuelto a trabajar. Mafissa está lejos de haberse “normalizado”; la fábrica está un 70% por debajo de su capacidad de producción. Esto es lo que oculta la AOT, que funciona como una fuerza de choque al servicio de la empresa.

En los últimos días, la patronal volvió a prorrogar suspensiones hasta los primeros días de agosto. Ha fracasado en imponer despidos baratos apelando al recurso preventivo de crisis.

¿Qué va a pasar con las suspensiones? Es vox populi que una agencia de trabajo está entrevistando obreros para tomar contratados. Se trata de una ilegalidad laboral manifiesta. Sin embargo, el Ministerio de Trabajo de Scioli sigue, como durante todo el conflicto, encubriendo a Curi.

Los suspendidos

El día que vencían las suspensiones, hubo una presencia policial apabullante en la puerta de la fábrica. Según algunos jefes, la empresa temía una movilización de los suspendidos, despedidos y delegados.

Curi prorroga las suspensiones (los compañeros ya llevan siete meses sin trabajar), pero lo que quiere  es borrar hasta el último vestigio de activismo para volver al régimen de precariedad (contratos por agencia).

La primera semana de agosto vencen nuevamente las suspensiones. Reforcemos una campaña por un gran piquete obrero y popular para bloquear el ingreso de nuevo personal contratado.