Sindicales
13/9/2019
“La lucha del Subte es una cuestión de salud pública y una pelea contra la reforma laboral”
Entrevista a Christian Paletti (directivo AGTSyP por la minoría)
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Foto: Sergio Santillán
Tras varias jornadas de paro y acciones de lucha, Metrovías y el gobierno cedieron a gran parte de los reclamos de los trabajadores del Subterráneo. Al respecto dialogamos con Christian Paletti, miembro de la Agrupación Naranja y de la comisión directiva del sindicato del Subte en representación de la minoría.
¿Cuáles son los reclamos por los que los trabajadores del Subte venían realizando medidas de fuerza?
Los trabajadores subte venimos atravesando una situación convulsiva a nivel laboral, porque a través de la eliminación de puestos de trabajos pretenden imponernos la flexibilidad laboral. Estamos chocando de frente ante la intención de gobierno (SBASE) y Metrovías de aplicar reforma laboral en el Subte al eliminar puestos en el sector comercial (boleteros) para ir luego sobre otros sectores, como el de tráfico.
Pero el cuadro es mucho más amplio. La situación es compleja para los trabajadores porque estamos atravesando una cuestión que se puede llamar de salud pública: la problemática de contaminación con asbesto. Se ha revelado que el material rodante que circula las diferentes líneas subte, y en todas las instalaciones, tienen este material cancerígeno. Este cuadro se ha agravado porque unos primeros 76 estudios arrojaron que 11 compañeros tienen neumoconiosis (enfermedad pulmonar) producto de la exposición al asbesto. Esta enfermedad, a lo largo de los años, los puede llevar a contraer una asbestosis, que es toda una afectación del pulmón, o hasta contraer cáncer de pulmón y otras enfermedades. Estamos hablando del 14,5% de los trabajadores sólo de estos primeros estudios, un porcentaje muy elevado siendo que faltan todavía estudios a los 4.500 trabajadores de todo el subterráneo, y particularmente en los talleres de material rodante que son quienes manipulan este componente. Ante esta situación grave en lo que respecta a la salud, el gobierno de Larreta no había dado respuestas, ningún plan de desasbestizar y descontaminar el área, a pesar que afecta el transporte más importante de la Ciudad y que están expuestos a esta situación también los usuarios que viajan diariamente en estas instalaciones contaminadas.
Desde los talleres de material rodante venimos realizando retención de tareas en las piezas que tenemos certeza o sospecha del material rodante, que datan de las décadas ’50, ‘60 y ‘70. Además, hemos empezado a dejar las mudas de ropa de trabajo, ateniéndonos a una resolución de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo de 1991, la cual ordena que ante materiales contaminantes es la empresa la que se debe hacer cargo del lavado industrial normalizado y no nuestra familias, porque si no estamos llevando el contaminante a nuestros hogares. En otros países del mundo, como España, han fallecido las compañeras de trabajadores que tenían esta enfermedad. La situación es muy grave.
Realizaron paros muy importantes las últimas semanas, en medio de una política de contención por parte de las conducciones sindicales, ¿cómo se vivó esto entre los trabajadores del Subte?
En el Subterráneo tenemos un resto de lucha importante, histórica, de enfrentar todos lo panes de ajuste del gobierno y la patronal. Eso genera un cuadro particular.
La parálisis y el bloqueo de las burocracias sindicales de la CGT y la CTA es notable. En estos días, para descomprimir la convulsión social, gestionaron ese lastre de un bono de $5.000, mientras que el Banco Central reconoce que la inflación va a superar el 55% este año. Lo que está replanteando por parte de los trabajadores del Subte es la reapertura de la paritaria para compensar la pérdida salarial. Esto nos ha llevado chocar con esta cristalización de la burocracia sindical, que no quiere alterar los planes electorales, aunque Fernández saludó que el dólar se vaya arriba de los $60 mientras plantea congelar las paritarias durante 180 días. Es importante que los trabajadores del Subte vayan sacando estas conclusiones, para fortalecer nuestro plan de lucha y nuestra acción, porque solo si intervenimos podremos condicionar el ajuste para que la crisis no la paguemos trabajadores sino los capitalistas.
Luego de los compromisos firmados con la empresa y el gobierno en la reunión del jueves se suspendieron las medidas de fuerza, ¿es un triunfo de los trabajadores?
Es un triunfo en el sentido que se repone el personal que habían eliminado con la apertura de las nuevas estaciones en la Línea E. Logramos preservar las fuentes de trabajo y eso cuestiona los planes de flexibilidad laboral.
Otro avance muy importante se dio en la cuestión del asbesto. Se incorpora a los talleres de material rodante al sistema de vigilancia de salud (RAR), lo que implica que Metrovías y el gobierno (SBASE) reconocen que los trabajadores de los talleres están expuestos a esta sustancia cancerígena. Esto se logró por la retención de tareas de todos los talleres del subte junto con el sindicato. También se puso como fecha límite el 1 de octubre para realizar los estudios médicos a los trabajadores de tráfico de la Línea B.
A su vez, se van a inspeccionar el resto de las flotas de las Líneas C, D y E, que son los Nagoya, Fiat, General Electric y Siemens. Eso deja planteado el paso siguiente, que es incorporar a los conductores y guardas también al registro de salud, lo que significa que deberán tener garantizado de por vida el acompañamiento médico y prestaciones en salud antes de que esta enfermedad se desarrolle. Se comprometieron a efectuar el desasbestizado con cámara con presión negativa para poder hermetizar el despiece de las formaciones y que su desmenuzamiento no deje partículas en el aire.
Sin embargo, aún no obtuvimos respuesta sobre el tema del lavado de la ropa contaminada para evitar llevarla a nuestros hogares. Queda planteada, además, atender la situación de cómo afecta a los usuarios, para lo cual deberían realizarse estudios de la polución en el aire.
¿Por qué crees que se lograron estas reivindicaciones?
Este avance en lo que respecta a la salud laboral y las condiciones de trabajo se logró, por un lado, con un plan de lucha con paros sucesivos, y por el otro, en medio de una fuerte conmoción social, que se vio agudizada ante el acampe piquetero. Tanto es así que el gobierno y la oposición votaron una Emergencia Alimentaria para tratar de descomprimir los reclamos. Un paro del Subte por sus reivindicaciones, como se había decretado, mientras se mantenía el acampe en la 9 de Julio y se concentraban otras organizaciones frente al Congreso, hubiese significado no sólo un caos de tránsito sino una crisis política para el gobierno. Buscaron evitar una confluencia de las distintas luchas de los trabajadores, y de hecho suspendieron el servicio de la Línea C para dificultar la movilización piquetera y como parte de operativo represivo de Bullruch y Santilli.
De todas maneras, resta todavía una respuesta al planteo por la recomposición salarial. Desde nuestra parte, vamos a insistir en la pelea por la reapertura inmediata de las paritarias.
Con este balance, vamos a participar con fuerza del encuentro de trabajadores ocupados y desocupados convocado que se realizará en el camping del Sutna en Pilar.