Sindicales

26/8/2020

La lucha educativa le ganó la pulseada a Larreta

Por el momento, no regresamos a las escuelas en CABA. Nuestros reclamos siguen pie.

Secretaria gremial Ademys

El rechazo unánime de la docencia, desde maestras, profesoras, directivos, supervisiones, centros de estudiantes, familias, de abrir los denominados gabinetes tecnológicos – ciber escuelas- como excusa para una apertura prematura de escuelas generó que los gobiernos den marcha atrás con esta avanzada, al menos por el momento.

Una asamblea masiva de 500 docentes organizada por Ademys había anunciado un paro para el 31 de agosto, acompañada con una caravana de autos, si el gobierno no retrocedía. Como primer paso de un plan de acción que prometía profundizar el conflicto.

Mientras, UTE-Ctera conducida por la celeste, se mantuvo en una línea declaracionista, sin organizar al gremio, porque su integración al gobierno nacional no le permite librar una lucha en regla contra el gobierno defendiendo los intereses de los trabajadores y tampoco cuestionan la apertura general de las actividades derivadas de las presiones patronales y empresariales que está llevando adelante tanto el gobierno de CABA y el nacional que nos exponen a todos. En última instancia, dejaron en manos de su ministro de Educación Nicolás Trotta y a los acuerdos en el Consejo Federal de Educación (CFE) que ellos avalan, la suerte de las escuelas, los trabajadores y estudiantes.

Mientras tanto, la carta que el ministro le mandó a Acuña destaca esta línea más general de acuerdo, firmaba en el CFE, de protocolos de costo fiscal cero, sin partida presupuestaria que permita readecuar las escuelas del país en medio de una crisis inédita.

En esta pulseada es importante destacar el rol que ocuparon en los reclamos las denuncias que marcaban las responsabilidades políticas del Estado en la situación educativa y en la exposición de la población trabajadora en la pandemia. Incluso muchos pronunciamientos de asambleas y reuniones cuestionaban al propio Trotta. El “apriete” en el que se encontraba el ministerio generó este recalculo, que de ninguna manera es un cambio de política en materia educativa, sino que es resultado de la lucha que encaramos de conjunto.

La lucha contra la Unicaba que le puso límites a los planes originales del gobierno, contra el cierre de nocturnas, entre las más recientes luchas en CABA, deja una conclusión en todo el gremio: si nos organizamos de forma independiente de los gobiernos, con los métodos de acción y deliberación de la clase obrera, con un programa claro de reivindicaciones, podemos conquistar nuestros reclamos.

Una respuesta tardía y de crisis

La carta fechada el miércoles 26 de agosto dice: “el Ministerio no presta conformidad para el desarrollo del proyecto citado”, refriéndose al programa “Conectate en la escuela”, que hemos analizado desde las páginas de Prensa Obrera.

En otro pasaje destaca que “se debe profundizar el despliegue, en cada territorio, de políticas socioeducativas integrales que den respuestas a las necesidades de los sectores que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad, implementando acciones que acerquen a la escuela a cada hogar sin exponer a la comunidad educativa en una realidad epidemiológica compleja”.

Pero hasta hace una semana ningún gobierno explicaba por qué no hubo distribución masiva de computadoras y conectividad en todo el país. En la carta citada, no señala ningún aumento de presupuesto, de entrega de recursos.

Los anuncios de Larreta de los 5.100 estudiantes contrastaron con los relevamientos que la propia comunidad educativa y los sindicatos habían realizado.

Por eso, es importante destacar que todos nuestros reclamos siguen pie.

Las estrategias pedagógicas que se ensayan en las escuelas tienen el límite concreto de la falta de recursos materiales para acompañar a los/as estudiantes. Como así también el aumento de una crisis social que impacta en las escuelas, debido a que la alimentación, los subsidios para trabajadores sin trabajo, la atención de la salud está restringida para la población trabajadora y las familias que asisten a la escuela pública.

Por eso la lucha por entrega de computadoras y conectividad es fundamental. Los relevamientos indican más que 6000 estudiantes “desconectados”. La declaración de esencialidad del servicio no garantiza que las familias accedan a internet, por ejemplo.

La lucha por el presupuesto educativo, en CABA y a nivel nacional es central. Porque la readecuación de las escuelas, de la infraestructura escolar, de los elementos de higiene y seguridad, de la alimentación escolar, del personal auxiliar y docente, necesitan de dinero. Mientras, la política del gobierno y de la oposición de orientar los recursos al pago de la deuda externa. Luego del acuerdo con bonistas se dispone a sellar un plan con el FMI, cuestionando el propio funcionamiento de la educación pública. Ni siquiera se avanzó en un impuesto progresiva a las grandes fortunas y rentas, para conformar un fondo de emergencia y atender las urgencias derivadas de la pandemia.

La desocupación docente, sea partir de los ceses de suplentes, de los sin cargo, también es importante como eje de lucha. Necesitamos más docentes, no menos.

El ajuste al salario, más tarde o más temprano va a ocupar una demanda en el gremio, dado que, por la vía del congelamiento y desconocimiento del acuerdo paritario, se va limando el poder adquisitivo del mismo. Los informes del Indec en julio indicaban un promedio de 70.616 pesos para satisfacer necesidades de un hogar tipo de pareja con dos niños/as – sin contar alquiler de vivienda-.

Mantenemos las asambleas, reuniones por distrito y la próxima asamblea abierta de UTE el viernes 28 organizada por delegadas/os, afiliados y la multicolor de UTE, promovida por Tribuna Docente, para superar la parálisis de la dirección y dar pasos concretos en la unidad de la docencia de capital federal para luchar en defensa de la educación pública.

La lucha de todos/as los trabajadores de caba por nuestras reivindicaciones en defensa de la salud, el trabajo es crucial. Con esta perspectiva llamamos a las organizaciones obreras a romper su alianza con los gobiernos de Fernández y Larreta y a defender consecuentemente los intereses de los trabajadores.

Promovemos la jornada nacional votada por el Plenario del sindicalismo combativo que ha resuelto un programa de acción frente a la crisis y un reagrupamiento de sindicatos, comisiones internas y delegados/as antiburocráticos para organizarnos frente la ofensiva patronal y del gobierno.