Sindicales
6/5/1999|625
¡La lucha es el único camino!
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El paro agropecuario había provocado una gran acumulación de cereales, lo que fue aprovechado por los obreros aceiteros. Miles de camiones cargados convergieron en las cerealeras de la zona y el sábado 24 la lluvia empeoró aún más la descarga.
Bastaron poco más de 60 horas de paro, con piquetes, bloqueando la entrada de La Plata Cereal, Vicentín y Buyatti, para obtener el reclamo central: el compromiso de las patronales de no aplicar el Proyecto de nuevo convenio colectivo que diseñaron desde la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara).
La contundencia y decisión de los aceiteros arrancó el pago de los días de paro y más... que les pagaran, en ese momento y en efectivo, la demora que sufrieron los camioneros a razón de 3 pesos por cada hora (si bien no fue por todos los días ya que la empresa considera normal una demora de 48 horas, a lo que se agregaba el hecho fortuito de la lluvia). No obstante esto, algunos camioneros se llevaron 200 pesos de regreso.
En la negociación final intervino el intendente de Puerto General San Martín, quien a pedido de los aceiteros se comprometió, frente a los medios de comunicación, a garantizar el cumplimiento del acuerdo por las patronales.
El sindicato aceitero (Soea) entiende que, de haberse labrado un acta, ésta constituiría una traba para discutir mejoras salariales u otras, a partir del convenio vigente.
Queda un punto vital que los aceiteros no creyeron oportuno incorporar, lo que habría dado al triunfo un carácter completo: la efectivización de los contratados.
Un alto porcentaje de trabajadores están en esa condición, mediante el trabajo tercerizado (por lo general, los más riesgosos).
Fortalecidos por este triunfo, las tareas inmediatas que no deben dejarse pasar son dos: la afiliación de un alto número de mensualizados y quincenales de todas las aceiteras (hay fábricas que lo prohíben expresamente como Pe- com, Agrá, o que casi no tienen afiliados como Terminal 6) y la efectivización de los contratados.
¡Con la lucha se puede!, decíamos charlando 24 horas después del triunfo, a lo que un miembro del Soea corrigió mostrando que la lucha es el único camino.