Sindicales
1/9/2016|1426
La lucha por la independencia de clase
La Coordinadora Sindical Clasista-PO se dio una línea de intervención en la Marcha Federal. La marcha es un emprendimiento del kirchnerismo de Yasky, acompañado por la Corriente Federal de Palazzo, también pro K, y de Micheli, de la vaciada CTA Autónoma. Nuestro método ha consistido en confrontar, desde una posición de lucha, contra la manipulación de las organizaciones obreras y sus reivindicaciones. Esa manipulación reside en servirse de las reivindicaciones y luchas que están en juego para aportar al “volveremos” y, en general, a los propósitos políticos del kirchnerismo. En suma, nos encontramos otra vez ante la tentativa de utilizar a la clase obrera como peón de brega de una fracción capitalista.
La orientación fue planteada en reuniones y asambleas del sindicalismo combativo para abrir paso a un reagrupamiento y disputa del activismo sindical, con el método del frente único. El resultado ha sido que los Suteba de Ensenada, La Matanza, La Plata, Escobar y Tigre, la AGD-UBA, Amsafe-Rosario, el Sutna, la Unión Ferroviaria de Haedo, Ademys, el Sitraic, numerosas internas gráficas, de la Alimentación, Plásticos, Papeleros, la minoría del Subte y delegados de Metrovías, la interna de ATE-Inta, entre muchos otros sectores, se movilizarán el 2 de setiembre, bajo la consigna “por un paro nacional y un plan de lucha para quebrar el ajuste de Macri y los gobernadores”. También parará los días 1° y 2, Aten Neuquén.
En el marco de esa jornada -sin medidas de fuerza de la CTA convocante- los Suteba multicolores irán a la huelga el 1° y el 2 (lo que obligó a la dirección celeste de Suteba a convocar a parar 24 horas el viernes); los docentes neuquinos -impulsados por las seccionales opositoras de Aten- marcharán junto al sindicato ceramista; Ademys, que para 24 horas el viernes, terminó “arrastrando” a la UTE celeste. También paran los médicos bonaerenses de Cicop, lo que rompe el boicot faccional del sector degennarista a los paros y a la marcha.
El enorme paro de Ctera, con un acatamiento del 90%, la dura lucha de los obreros azucareros de El Tabacal en Salta contra un intento de imponerle flexibilización laboral y reducción salarial, la ocupación de pozos de los petroleros de Santa Cruz contra los despidos y la multitud de conflictos fabriles, muestran una conflictividad en ascenso.
Dos perspectivas opuestas
Como el 9 de agosto, cuando se movilizó con 15 mil trabajadores a Plaza de Mayo, el clasismo propone al movimiento obrero un programa antagónico al ajuste capitalista: reapertura de las paritarias, anulación del tarifazo, apertura de los libros de las privatizadas y estatización bajo control obrero y de los usuarios, prohibición de despidos y suspensiones, reparto de las horas de trabajo sin alterar el salario, salario mínimo igual a la canasta familiar indexado por inflación, abolición del impuesto al salario, aumento de emergencia ya de 6 mil pesos a los jubilados y defensa del 82% móvil, pase a planta de todos los tercerizados y trabajadores precarios.
La CGT “semiunificada” se ha colocado como garante de la gobernabilidad, al compás de Massa y del PJ-FPV, que votan las leyes centrales de la ofensiva capitalista contra las masas trabajadoras.
Es claro que el programa que presentamos acá es opuesto a la función política de la Marcha Federal, la cual, en la perspectiva de sus convocantes, tributa al Frente Ciudadano “cristinista” o, como se lo denomina ahora, hacia la Articulación Popular. Tal el nombre del espacio que organiza la marcha, en el que confluyen, además de la CTA de Yasky y lo que queda del michelismo, la Corriente Federal de la CGT, movimientos sociales y cámaras Pymes, sectores del PJ y 60 intendentes del FpV de la provincia de Buenos Aires. Los organizadores se apoyan en un paro docente para sus objetivos kirchneristas. Pero el kirchnerismo, cuando gobernó, fue un declarado enemigo de los docentes. Basta recordar los ataques de Cristina a las luchas de los maestros, en todos los discursos de apertura de sesiones del Congreso.
Es claro, además, que el apoyo al kirchnerismo es un bloqueo a una lucha a fondo por las reivindicaciones en juego, que exigiría enfrentar con igual energía a los gobernadores del FPV.
Yasky declaró al portal de Apymes, que la Marcha Federal busca “enfrentar al establishment, que a través de sus medios masivos, esgrime casos como el de José López para ensuciar y pretender que pidamos perdón por doce años de distribución de riqueza”.
Yasky encubre las corruptelas que pagaron los trabajadores, para salir en rescate del gobierno de la entrega de YPF a Chevron, el pago serial de la deuda de Kicillof y del negociado del dólar futuro, del 35% de los trabajadores en negro y precarizados, del impuesto al salario y de la yunta con la burocracia sindical responsable del asesinato de Mariano Ferreyra.
No buscan orientar la bronca popular hacia una lucha en serio para derrotar el ajuste, sino para apuntalar la acumulación kirchnerista y pejotista con vistas a las elecciones de 2017.
Por eso, no hay paro general de las dos CTA. Igual conducta adoptaron los gremios de la Corriente Sindical Federal: Bancarios, Gráficos, Televisión; ninguno de ellos llama a parar ni “una hora” para facilitar la movilización de sus bases. La Naranja Gráfica, que realizó asambleas en las plantas que dirige para votar la marcha, se entrevistó con la directiva del gremio para reclamar el paro o un corte de tareas y la respuesta fue: “no es nuestro estilo”.
En este contexto, la defección del degennarismo de ATE -que no se moviliza-, no constituye crítica política alguna. Es un boicot de tipo faccional. Repiten la conducta del 2 de junio y quedan por detrás del triunvirato cegetista, que dio “libertad de acción” a sus sindicatos. El PCR ha hecho seguidismo de esta política de la centroizquierda sindical.
Rompiendo Cadenas participará, pero en oposición a la estrategia del sindicalismo clasista de establecer una completa delimitación del kirchnerismo y movilizar diferenciados: en Amsafe-Rosario perdieron la votación de marchar detrás de Yasky; en Bahía Blanca, donde dirigen la CTA y el Suteba, son los promotores de un acto común con Baradel, y llaman a no parar junto a los Suteba multicolores el jueves 1°.
Para la CSC-PO la Marcha Federal es una oportunidad de movilización contra el ajuste capitalista y un campo de disputa política -en particular con el kirchnerismo- por un programa y una salida propia de los trabajadores. Luchamos por un Congreso de Bases de todo el movimiento obrero, que debata un programa, un verdadero plan de lucha y una estrategia política de los trabajadores frente a la crisis nacional. La columna independiente del sindicalismo combativo será la materialización de esta estrategia.