Sindicales

28/6/2007|998

La lucha por la tierra y la vivienda

"A cada cerdo... le llega su San Expedito"

Círculo Norte II

La política habitacional en Salta y el desarrollo urbano de la ciudad han profundizado su carácter antisocial y mercantilista. La brecha entre las clases sociales es cada vez más evidente. Sólo el 15% de la población está en condiciones de acceder a los planes de viviendas estatales. Las cuotas de más de 300 pesos constituyen una barrera infranqueable para miles de trabajadores.


Los pocos que acceden a una vivienda deben hipotecar sus salarios con el Banco Macro, pero antes deberán pasar por el tamiz clientelista de las burocracias sindicales.


Con altísimos niveles de pobreza y desocupación, las familias sin techo vienen profundizado sus reclamos. Los organismos estatales que atienden la cuestión urbana se han encargado crear ghetos donde son depositados los sin techo. Uno de estos organismos se denomina Familia propietaria. Está dirigida por el arquitecto Alexandrovich, ultraderechista y racista. Ha creado en la zona sudeste de la capital barrios hechos sobre antiguas fincas agotadas en su fertilidad, (propiedad de los amigos del poder, como los Marinaro), tierras inundables, desérticas y sin los servicios mínimos de agua y de luz.


Pero a cada "cerdo" le llega su San Martín.


En el mes de enero, en terrenos del estado provincial que están ubicados en la zona norte de la capital, 160 familias (en su gran mayoría jóvenes) fundaron un asentamiento que llamaron San Expedito. Para su organización recurrieron al método de la asamblea popular.


De inmediato presentaron notas en la Legislatura y el Consejo Deliberante y comenzaron a recorrer los despachos de los distintos bloques. “Familia propietaria” se vio inundada con solicitudes de terrenos. La respuesta negativa consolidó aún más el método de la asamble.


Comenzaron las movilizaciones a “Familia Propietaria”, a la Legislatura, al Consejo. Desde el asentamiento hasta el centro de la ciudad hay diez kilómetros. Cuando llegó la orden de desalojo se mostró el nivel de combatividad de los compañeros. Barricadas en los accesos, fogones de guardia por las noches, el desvelo de las mamás... la espera del enfrentamiento con la policía brava de Romero.


Durante estos cuatro meses aparecieron los punteros políticos de todo orden, algunos consiguieron de inmediato alguna prebenda y se retiraron, otros trataron de recomponer las viejas promesas de Wayar o las nuevas de Urtubey y el kirchnerismo. Lo cierto es que ha quedado mas claro que nunca que esto es un enfrentamiento directo contra la política habitacional del gobierno y que la justicia, los parlamentos, y las fuerzas del orden actúan en defensa del interés de los especuladores inmobiliarios que se están quedando con las mejores tierras de la ciudad.


La tarea que ha dejado expuesta esta lucha es terminar con la política de "Familia Propietaria" de amontonar a los trabajadores en tierras sin urbanizar, terminar con el atropello de sus funcionarios, terminar con la humillación de vivir en medio de la basura y de la descomposición social. Imponer al estado que la tierra de la ciudad se planifique y urbanice en función social, con la intervención de las organizaciones de los que luchan por una vivienda. Estos objetivos constituyen parte del programa de acción que el Partido Obrero presenta a los vecinos de Salta y por el cual los convoca a organizarse.


El Partido Obrero esta comprometido hasta los huesos con la lucha de los compañeros de esta barriada, nuestro compromiso es con los oprimidos; su organización es nuestra meta.