Sindicales

21/11/2002|781

La Marrón (PO) obtuvo el 10% de los votos

Luego de un año de tregua de parte de las conducciones Azul (en la Provincial) y la Celeste (en seccional Capital), en medio de una serie de medidas y decretazos del gobierno que imponen los términos de la Ley Federal de Educación (cuya aplicación formalmente está suspendida en la provincia), el pasado 13 de noviembre hubo elecciones en Aten.


La Azul mantuvo la conducción provincial, pero perdiendo en todas las seccionales donde se presentó (Capital –donde quedó cuarta–, Plottier, Centenario, Senillosa); la Azul basó su victoria a nivel provincial en el arrastre del voto en las grandes seccionales donde no tuvo oposición local (Zapala, Cutral Co, etc.).


La Celeste, que desde su base como dirección en la seccional más numerosa aspiraba a ganar la provincia, se quedó sin nada: perdió la seccional capitalina (salió tercera), y quedó reducida a tres seccionales chicas del interior.


La “oposición” ganó la seccional Capital, que quedó en manos de la Rosa (encabezada por el ex secretario general Pillado) y la Naranja mantuvo la minoría.


La lista Marrón hizo la mejor elección de toda su trayectoria en elecciones provinciales, duplicando su votación del año 2000 (pasó de 250 a casi 500 votos), lo que la coloca en condiciones de obtener un congresal a Ctera.


Todas las seccionales de la zona de Capital, las más politizada y de mayor peso y activismo, están en manos de distintas listas de oposición (Rojinegra en Centenario, Marrón-Magenta en Plottier, Lila en Senillosa y la Rosa en Capital).


Esto da por tierra con la campaña histérica que lanzó la Obregón (Ambar) y la Fucsia (Mst) convocando a no ir a votar o votar en blanco, porque consideraban que la oposición no estaba en condiciones de derrotar a la burocracia.


La zorra y las uvas


Las elecciones no sólo significaron el derrumbe de la Celeste, sino también de la política de la ex secretaria general del gremio, Liliana Obregón. Esta “dirigente” batió el parche del “frentismo” exclusivamente porque no estaba en condiciones de armar una lista.


Cuando quedó fuera de toda posibilidad de participar electoralmente, la Obregón hizo una campaña mediática reclamando “que se vayan todos” y convocó a no votar y a preparar el “no inicio” el año que viene. Es decir, dio por cerrado el año.


Los docentes, sobre todo en Capital, Plottier, Centenario y Senillosa, votaron masivamente. Hubo escuelas donde votó el 100% del padrón, y allí donde no se alcanzó ese porcentaje se debió a licencias, traslados, cambio de funciones, etc.


La Fucsia (Mst) acompañó paso a paso la política de la Obregón.


Nuestra tarea


La Marrón ha desarrollado nuevas relaciones en el interior a partir de la campaña, lo que ha permitido obtener votos donde antes era muy marginal. Se trata de extenderlas y fortalecerlas en función de una lucha que ni de lejos respeta el calendario escolar, y que de ninguna manera ha cerrado el año.