Sindicales
31/8/2020
La mentira de la plata en el bolsillo de los docentes
Convocamos a les docentes a participar del 1° plenario regional Patagonia Sur del Sindicalismo Combativo este 5 de septiembre.
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Los últimos años hemos escuchado mucho la idea “ los docentes necesitan plata en los bolsillos”. Lo han dicho funcionarios para presionar al gremio a tomar las ofertas que hacen y se ha utilizado como argumento en asambleas y congresos para tomar esas ofertas. Pero ¿qué verdad se oculta detrás de este argumento? Con los datos que ofrece el INDEC y las actas paritarias de los últimos 4 años demostraremos cómo nos han quitado plata del bolsillo mientras nos decían lo contrario.
¿Cómo no se mide el salario?
Los salarios cumplen la función principal de ser utilizados para intercambiarse por productos (comida, vestimenta, remedios, etc.) y bienes de servicio (gas, luz, Internet, entre otros)
Primera conclusión: “ el salario no puede ser medido en términos nominales” . Es decir, si hoy cobrás $26.000 y te ofrecen cobrar $30.000 (pero dentro de cuatro meses), no necesariamente tenés más plata en el bolsillo.
¿Cómo si se mide el salario?
Todos sabemos que 30.000 es mayor que 26.000 y es probable que algunos se pregunten por qué estamos planteando que puede ser al revés. En la vida real, el salario se intercambia por productos y servicios como vimos anteriormente. Si estos aumentan su valor (algo que conocemos con el nombre de inflación) y lo hacen por encima de lo que creció nuestro salario, entonces los $26.000 que cobrabas serán superiores a los $30.000 que vas a cobrar. Segunda conclusión: “ los salarios deben ser medidos por su capacidad de consumo” . Es decir, ¿cuánto podemos comprar con ellos?
¿Por qué no se indexan (atan) los salarios a la inflación?
En países con altas tasas de inflación, como Argentina, los gobiernos se niegan a indexar los salarios al costo de vida, porque utilizan la inflación como un mecanismo indirecto para reducir salarios. Hacerlo de modo directo, es decir bajar de $26.000 a $22.000 está prohibido constitucionalmente.
Tercera conclusión: “los gobiernos que pretenden utilizar gran parte de sus recursos para pagar deuda externa, mienten a los trabajadores sobre estar poniendo plata en sus bolsillos. Mediante el mecanismo de la inflación, entre otros, están apropiándose de parte de su salario para hacer frente a otros gastos” .
¿Cómo mide el salario el Indec?
Existen tres tipos de mediciones del poder adquisitivo del salario:
1- La Canasta Básica Alimentaria (CBA) mide la cantidad de dinero necesario para no caer en la indigencia, es decir, quien no tiene para comer lo básico es indigente.
2- La Canasta Básica Total (CBT) mide la cantidad de dinero necesario para no caer en la pobreza, es decir, poder comer, vestirse y atender su salud.
3- La Canasta Familiar (CF) mide la cantidad de dinero necesario para vivir dignamente, es decir, contempla el consumo de la CBT y brinda la posibilidad del esparcimiento, el acceso a la vivienda, etc...
¿Cómo le robaron el dinero del bolsillo a los docentes?
A continuación, podrás observar que, aún con los aumentos nominales en el salario, los bolsillos docentes se achicaron de un modo brutal.
En diciembre de 2016 un docente sin antigüedad cobraba $15.057,12, superando la línea de pobreza (CBT) por poco más de $1.900. Que según el INDEC se encontraba en $13.155,83.
Para diciembre de 2017 un docente sin antigüedad cobraba $16.261,69, unos $1.200 más que en diciembre de 2016, sin embargo, ya era pobre, pues para consumir todos los productos de la CBT necesitaba $16.677,41, es decir, le faltaban $415,77.
En diciembre de 2018 el salario docente ya había subido a $18.375, 71 y la CBT a $25.493,80 colocando al docente sin antigüedad poco más de $7.100 por debajo de la línea de pobreza.
Para diciembre de 2019 el salario había crecido a $24.072,18, pero la inflación había colocado la CBT en $38.960,33, lo que dejaba al docente sin antigüedad $14.888 por debajo de la línea de pobreza.
2020: a pesar de haber recibido en marzo un aumento del 7,1% que llevó el salario inicial docente a $26.601,04 la inflación colocó la línea de pobreza en $41.994,86 y volvimos a perder poder adquisitivo, ya nos hacían falta $15.393,82 para consumir todos los productos de la CBT.
Llegó una segunda paritaria en la que se puso la excusa de *la plata en el bolsillo*. Sin embargo, a pesar de que el salario en julio se fue a $28.581,14 la línea de pobreza creció hasta los $44.521,15, lo cual implicaba que para consumir todos los productos de esa canasta nos faltaban $15.940,11.
Conclusión: desde diciembre de 2016 a Julio de 2020, el salario docente creció nominalmente unos $13.400 y cualquiera diría que nos pusieron plata en el bolsillo. Sin embargo, a la hora de hacer las compras en 2016 comprabas todos los productos de la Canasta Básica Total y te sobraban $1.900, mientras que en julio de 2020 te faltan $15.940 para consumir esos mismos productos.
Nos preparamos para luchar por lo nuestro
Defender el salario, las condiciones laborales y pedagógicas nos devolverá la dignidad que nos merecemos.
Por ello, desde Tribuna Docente, hacemos extensiva la invitación a las y los docentes a participar del 1° plenario regional Patagonia Sur del Sindicalismo Combativo este 5 de septiembre vía zoom. Allí se debatirá cómo unir a los trabajadores de diferentes sectores para luchar por salario, por puestos de trabajo y por salud.
https://prensaobrera.com/politicas/cruce-fernandez-macri-sobre-despidos-y-salarios-mas-coincidencias-que-diferencias/