El ente Parques Nacionales, que se gestiona de manera autárquica, tiene alrededor de 2.200 trabajadores en todo el país. Ochenta de ellos fueron despedidos de la noche a la mañana, previo al fin de semana largo de semana santa, dejándolos totalmente a la deriva. El nuevo director del organismo, responsable de los despidos, es Cristian Larsen, un viejo bullrichista que se convirtió en libertario e hizo un juicio al Estado en 2020 luego de ser despedido. Posteriormente fue cuestionado por la Oficina Anticorrupción, en 2023. Mientras tanto, las centrales sindicales no dicen nada frente a este ataque directo a los trabajadores y se preparan para pactar con el gobierno.

Los parques nacionales, además de conservar nuestro hábitat, son un elemento clave para la educación ambiental y el turismo sustentable; el despido de cada uno de los trabajadores afecta al desarrollo de las tareas en estos lugares. Ciento veinte años de historia y 18 millones de hectáreas se ven amenazadas por el gobierno de Milei.

Los parques nacionales que fueron golpeados por los despidos corresponden mayoritariamente a la casa central y al Parque Nacional Lanín de Neuquén, pero también fueron alcanzados los Parques El Palmar (Entre Ríos), El Impenetrable (Chaco), Nahuel Huapi (Río Negro y Neuquén), Islas de Santa Fe (Santa Fe), Leoncito (San Juan), Bosques Petrificados de Jaramillo (Santa Cruz), Arrayanes (Neuquén) y Los Alerces (Chubut). No satisfecho con dejar a 80 familias sin una de sus fuentes de ingreso, se planea que el número de despedidos ascienda a 350 para junio. Los trabajadores ya se están organizando en un reclamo por la reincorporación de los despedidos y por el pase a planta permanente de los contratados.

En Parques Nacionales no sobra nadie

Es una total falacia que se están despidiendo “ñoquis”; fueron despedidos principalmente trabajadores asociados al sindicato que les corresponde (ATE), por el desarrollo de su actividad sindical, persiguiéndolos políticamente, y también personas que cumplían un rol clave en su lugar de trabajo, aun cuando eran precarizados, llevando más de 10 o 15 años en sus puestos sin un pase a planta permanente y con contratos endebles. Es el caso de un topógrafo, cuya tarea sirve, entre otras cosas, para que los brigadistas tengan información sobre cómo acceder a combatir los incendios que se dan dentro de los parques. También fueron despedidos rescatistas, por lo cual en el Chaltén varios senderos, de mucha riqueza tanto paisajística como de actividad de turistas y residentes, ¡fueron cerrados! ya que no hay más personal para poder realizar rescates en caso de ser necesario. El gobierno pone en peligro a cada uno de los visitantes de todos los parques nacionales despidiendo gente, porque no se van a encontrar con personal capacitado para informarlos sobre medidas de seguridad y auxilio en caso de ser necesario.

Otra vez la motosierra apunta al ambiente

El gobierno apunta a pasar la motosierra a uno de los principales actores de conservación ambiental. Busca desfinanciarlos para facilitar su cese de actividad y explotar sus recursos naturales. Pone en peligro tanto el patrimonio natural como el cultural de toda la población de nuestro país.

Los visitantes tenemos derecho a un ambiente sano y conservado, a poder hacer turismo sustentable en los parques nacionales y conocer nuestra biodiversidad, también a educarnos ambientalmente en estos espacios. Los trabajadores de estos parques ya se están organizando, tenemos que acompañar su reclamo por trabajo y por salario y defender el ambiente.

Basta de despidos. Paro general de las centrales sindicales ya.

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