Sindicales
28/2/2019|1538
La movilización del sindicalismo combativo copó la Plaza de Mayo
Por un paro activo de 36 horas
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Foto: Fede Imas
Con más de 10 mil asistentes, el plenario del sindicalismo combativo llevó adelante una movilización el pasado 14 de febrero, que se dirigió de la Secretaría de Trabajo, de Callao al 100, hasta la Plaza de Mayo.
Encabezados por el Sindicato Unico de Trabajadores del Neumático Argentino (Sutna), la Unión Ferroviaria de Haedo, la Asociación Gremial Docente de la UBA, el sindicato de profesionales de la salud bonaerenses (Cicop), los Suteba multicolor, decenas de comisiones internas y cuerpos de delegados combativos, el Polo Obrero, las fábricas en lucha como Interpack, Nidera, Pilkington, Siam y también el Partido Obrero, el MST, IS y el MAS, llevaron adelante un acto en la Plaza de Mayo, donde se exaltó la necesidad de un paro activo de 36 horas y un plan de lucha para derrotar el ajuste de Macri, los gobernadores y el FMI.
El acto lo abrió Alejandro Crespo, secretario general del Sutna y miembro de la CSC, quien en su intervención resaltó la idea de que “la lucha es ahora” y no esperar las elecciones, ya que para entonces habrá pasado el ajuste. Remarcó que la burocracia sindical no mueve un dedo, “son ésos que van a rezar en lugar de salir a luchar”; “el paro de 36 horas no es un saludo a la bandera, es la herramienta para levantar a los trabajadores”, por otro lado, planteó la necesidad de convocar a un congreso nacional de trabajadores. Al referirse a la presentación del recurso preventivo de crisis que se presentó para la fábrica Fate, señaló que “están todos los trabajadores del Neumático dispuestos a pelear, Madanes Quintanilla, te esperamos con toda la fuerza del gremio recuperado por los trabajadores”.
En su intervención, Guillermo Pacagnini, secretario general de Cicop, dijo que “la burocracia sindical deja solos a los compañeros que están luchando. Planteamos que hay una salida distinta y no de ajuste”, “hay que barrer a los dirigentes vendidos”.
Ileana Celotto, secretaria general de AGD-UBA, señaló que “la tregua de la burocracia sindical se inscribe en el marco de una perspectiva electoral. Todos están asociados a algún ala del peronismo: desde el PJ Federal hasta el kirchnerismo. Proponen pagar la deuda y no quieren romper con el FMI. Además, proponen postergar la lucha por el aborto al año 2020. Eso ya no es una tregua, es una traición al movimiento de lucha más grande que se produjo el año pasado”. Por lo que señaló que el próximo 8 de Marzo tenemos que ir a un gran paro nacional de mujeres.
Otro que hizo uso de la palabra fue Jorge Adaro, secretario general del sindicato docente Ademys, que celebró el triunfo de los maestros porteños contra el cierre de las escuelas nocturnas. Los trabajadores de Nidera también fueron parte del acto. En su intervención, los trabajadores de Pilkington también resaltaron la continuidad del acampe frente a la fábrica.
Eduardo “Chiquito” Belliboni, dirigente nacional del Polo Obrero, que participó de la movilización con una inmensa columna, destacó que en 2014, “cuando gobernaba el kirchnerismo” se registró el récord de 6.500 piquetes contra el hambre, para concluir que, "para los desocupados la salida tampoco es por ese lado”.
Por último, Rubén “Pollo” Sobrero, dirigente de la Unión Ferroviaria seccional Haedo, señaló que “mientras la burocracia sindical está escondida debajo de alguna sotana, nosotros estamos en la calle” y redobló el ataque al decir que “tenemos la conducción más entreguista de la historia. Queremos un paro de 36 horas para poner contra las cuerdas al gobierno y su acuerdo con el FMI”.
La movilización que se replicó en una enorme cantidad de provincias fue reflejada por los principales medios nacionales y profundiza una perspectiva de lucha que viene marcando el Plenario Sindical Combativo. Allanando el camino, en la perspectiva de lo que plantea el documento de convocatoria a la movilización, que “la lucha es ahora”, hay que profundizar en los lugares de trabajo la necesidad un congreso de delegados con mandato de bases de las centrales sindicales. Para preparar el paro activo de 36 horas y un plan de lucha para derrotar al gobierno ajustador de Macri, el FMI y los gobernadores, y a la runfla de legisladores pejotistas en todas su variantes que le votaron más de cien leyes y el Presupuesto fondomonetarista 2019, preparando el camino de la huelga general y una salida de los trabajadores.