Sindicales

14/11/1996|519

La patronal viola el convenio que firmó

Cada día que pasa, la patro­nal intenta quebrar el convenio suscripto con los trabajadores de la ex Cormec en cada uno de los puntos en los que no pudo impo­ner las disposiciones súper ne­greras del convenio Fiat.


Horas extras e insalubridad


Existe un masivo quite de colaboración, en especial los fines de semana, ya que la pa­tronal no se aviene a pagar las horas extras de acuerdo al sala­rio de bolsillo percibido por los trabajadores transferidos y pre­tende hacerlo de acuerdo al con­venio Fiat, cuyos básicos son in­feriores en un 50%.


La patronal pretendió redu­cir en un tercio las llamadas ‘ca­lorías’, un plus por insalubri­dad, a los obreros de Fundición aluminio. Aunque suspendió la medida frente a la amenaza de paro, no está dispuesta a dar marcha atrás en este punto.


Ritmos de producción


El tema más explosivo es la lucha en tomo a los ritmos de producción; en el último año la patronal forzó y obtuvo un creci­miento de la producción por hom­bre del orden del 25% pero estos índices cayeron con la ocupación y el conflicto, y la patronal está empeñada en intensificarlos más que antes. A diferencia de los tra­bajadores que provienen de Cor­mec, los operarios que ingresaron bajo las condiciones del convenio Fiat-Smata están sometidos aun régimen de superexplotación que ellos mismos definen como ‘inso­portable’, que está provocando decenas de renuncias.


Elección de representantes


Se han elegido casi cincuenta representantes por sector, inclu­yendo a los miembros de la Co­misión Provisoria, contra la posición del Smata de elegir dele­gados una vez que se completen las afiliaciones de los trabajado­res. La elección de estos repre­sentantes abarca de hecho sólo a la ex Cormec, y la patronal está dispuesta a anularla. La empre­sa reconoce sólo al Smata y ha dado a la Comisión Provisoria una mínima movilidad gremial —15 minutos por turno—y tanto ésta como los representantes de­ben pagar de fondos propios las horas que ‘caminan’ la planta.


Abajo el convenio Fiat-Smata


El objetivo de la patronal es aplicar íntegramente el conve­nio Fiat, anulando todas las ‘ga­rantías’ que se vio forzada a conceder. Existe una situación contradictoria por la existencia de dos convenios en una misma fábrica. La burocracia del Sma­ta, cómplice de Fiat, puso parti­cular empeño en que no quedara una línea del convenio firmado con la Comisión Provisoria de Cormec que pudiera ser inter­pretada como extensiva a la planta nueva de Fiat. Este con­flicto debe resolverse eligiendo, para los trabajadores “nuevos”, las condiciones establecidas para los de la Cormec, “garan­tía salarial” incluida, y la elec­ción de delegados y una única interna para todo Fiat Auto.


La lucha por la derogación del convenio negrero Fiat-Smata si­gue planteada. Es una batalla de conjunto, porque también afecta a los compañeros de Polymont-CIA- DEA, a las autopartistas y a las terminales automotrices que de­ben renovar sus convenios.


Hay que formar un Comité de Defensa de toda la regional con­tra el convenio Fiat-Smata.