Desde hace días en la Torre II, edificio gubernamental de la Provincia de Buenos Aires en el que trabajan más de 1000 trabajadores de distintas reparticiones, se vienen sucediendo asambleas conjuntas motivadas por la caída de un ascensor desde el tercer piso hasta el subsuelo, que provocó heridas a tres trabajadores.

El “accidente” tuvo su repercusión mediática, pues se trata de uno de los edificios centrales de La Plata. Sin pereza, los compañeros del piso 10 de Estadística salieron a recorrer la torre convocando a una asamblea que finalmente congregó a más de 200 trabajadores; desde allí se armaron delegaciones para recorrer todo el edificio y poder arribar a una medida de fuerza que logre el arreglo estructural de los ascensores. En realidad se trata de 17 años de paulatino deterioro, junto al derrumbe de todo el funcionamiento del edificio (baños, agua, electricidad, techos, calefacción/refrigeración).

Desde hace casi dos décadas la administración central se ha negado a contratar a una empresa de mantención acorde a la infraestructura de las dos torres gubernamentales, en las que tiene lugar un movimiento cotidiano de más de 4 mil personas entre personal y atención al público. Las autoridades no han hecho más que hacer arreglos cosméticos de adornos florales y restringir el uso del total de los elevadores -de ocho, solo funcionan tres.

La última asamblea del día de hoy (martes 22) votó por unanimidad que durante una hora del jueves se impedirá el ingreso al edificio por casi todos los accesos -dejando solo uno-; la difusión del conflictoy la extensión de la protesta hacia la calle.

Un ajuste de dos décadas

El director de la torre solo contestó que han recibido en pésimas condiciones los edificios. El vidalismo sigue exculpándose en la “herencia recibida” de la gestión anterior, cuando poco y nada ha hecho para solucionar este cuadro, aumentándose los riesgos de vida de los laburantes.

Los trabajadores en asamblea denunciaron este deterioro de dos décadas. La reacción de los estatales contra toda medida de ajuste, sea salarial –contra la paritaria de miseria recientemente firmada- o de infraestructura, toma forma de auto-convocatorias con asambleas y planes de lucha. A pocas cuadras de la Torre II, también se vienen realizando asambleas en ARBA-Economía por todos los reclamos pendientes.

Crece la lucha entre los trabajadores de la provincia.