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Mil residentes, concurrentes y becarios de la salud de la provincia de Buenos Aires pararon el 1° de diciembre y se movilizaron al Ministerio de Salud provincial.

Los profesionales residentes son trabajadores completamente precarizados en los hospitales de la provincia de Buenos Aires. La jornada laboral duplica o triplica a la del personal de planta (cumplen hasta 36 horas consecutivas sin ningún descanso) y los salarios no sólo están muy por debajo de la canasta familiar, no tienen aportes jubilatorios ni asignación por hijo, es decir prácticamente en negro.

Toda esta situación explotó, abriendo un proceso autoconvocado de asambleas en los hospitales platenses. El paro así planteado se organizó desde las bases, sin la presencia de la Cicop -a pesar de haber sido llamada para acompañar la medida.

El sistema de residencias debiera ser una instancia de formación. Esto requiere una estructura de instructores, docentes y cursos que permitan desarrollar las distintas especialidades: medicina, psicología, bioquímica, farmacia, trabajo social, etc. Pero en vez de esta práctica educativa, los profesionales son utilizados como mano de obra barata, reemplazando al personal de planta.

La movilización cuestionó la crisis sanitaria consecuencia de la política de los gobiernos de Scioli y CFK, la que se manifiesta en la falta de insumos y personal, la crisis edilicia y la profundización de la flexibilidad laboral -que ponen de manifiesto el colapso sanitario en la provincia.

La movilización de los hospitales platenses y algunos centros de salud del conurbano recogió los aplausos de la población. Los funcionarios del Ministerio recibieron a los delegados hospitalarios y reconocieron que a través de un
decreto de Scioli se puede otorgar el franco postguardia (descanso después de una guardia de 24 horas) y el compromiso de continuar con los puntos de los reclamos la semana entrante. Al finalizar la jornada, en una nueva asamblea en las puertas del Ministerio, se resolvió conformar comisiones internas y cuerpos de delegados en los hospitales que aún no se organizaron, y preparar un plan de lucha para arrancarle al gobierno nuestros reclamos.

Contra la precariedad laboral, los trabajadores de la salud nos organizamos y también decimos basta. Por aumento del presupuesto de la salud en base al no al pago de la deuda externa.