Sindicales

31/3/2011|1170

Obreros papeleros: La política de Alari divide la Federación, no el PO

Ya no sorprende la burocracia de la Federación de Obreros Papeleros cuando lanza su enésimo ataque a nuestro partido. En la entrada del sitio web (papeleros.org.ar) manda otra diatriba, a raíz del artículo del compañero Guillermo Casas sobre la victoria de los obreros de Smurfit de Coronel Suárez, acusando al Partido Obrero de “vandalismo verbal que nada bien le hace a la unidad y comportamiento de los trabajadores”. En el artículo mencionado, Casas explicaba que “sólo el corset de la burocracia de la Federación impidió un triunfo mayor de un sector del proletariado de Coronel Suárez que despertó a la lucha salarial” (por el triunfo obrero en Smurfit). Les picó.

Pero quien está dividiendo la federación es la propia directiva, que lejos de impulsar la batalla por el salario y las condiciones de trabajo, muy bajas y muy malas, actúan a la retranca y dejan a los trabajadores de las empresas librados a su suerte. Más preocupados que por la explotación a que son sometidos los papeleros, y los embates capitalistas que sufren -como las barbaridades que está haciendo la patronal de Witcel-, dedican ríos de tinta a atacar al Partido y a vigilantear a la camada de trabajadores que a lo largo del país se ponen al hombro organizar las papeleras contra la explotación. Y esta política de Alari y su directiva está llevando al quiebre de la organización nacional papelera.

El último episodio se verifica en San Pedro, donde residen Papel Prensa, Celupaper y Celulosa San Pedro. La ausencia absoluta de la Federación en la última huelga contra Papel Prensa, y los ataques de Alari a la seccional acusándolos de socios de Guillermo Moreno, sumado al desastre de la atención de la obra social local, ha llevado a la directiva local a convocar a una asamblea para el 14 de abril para resolver la desafiliación a la Federación, y votar pasar la atención médica a una prepaga.

La Federación y la Obra social son de los obreros, no de la burocracia papelera.

La indiferencia de los papeleros hacia su federación se patentiza en la creciente ausencia de los sindicatos de base a los “congresos” que Alari convoca, que más bien son un motivo de miniturismo para directivos asistentes que un encuentro para discutir los problemas y reivindicaciones y planes de lucha para obtenerlas. Esto lo saben no sólo los que faltan, sino las propias directivas que asisten. Lo concreto es que de acción nacional de los papeleros, nada. Eso no se resuelve con “visitas” de Alari y otros a las seccionales.

Pero con todo, no acordamos con la salida de la federación. Aislarse en cada localidad no va a detener el afán de los capitalistas de destruir nuestras conquistas o pretender mantener para siempre las suyas. Esto requerirá la acción común de todos. Salir de la Federación deja en manos de Alari la defensa del convenio nacional, lo que es un suicidio. También regala nuestra obra social, que debe estar en manos de los trabajadores, que sabrán como administrarla, y no en las de una camarilla que se atiende afuera de ella.

¿Qué hacer ante la postración? Organizar una poderosa corriente antiburocrática de recuperación de las seccionales y la federación nacional. Partiendo de impulsar la recuperación de las internas y los cuerpos de delegados, y abriendo una deliberación en el gremio sobre la situación que atravesamos y un planteo de salida, impulsando asambleas de fábrica, plenarios de delegados sistemáticos, y generalizar la exigencia de que en la paritaria sean esas asambleas y plenarios las que elaboren el pliego de reclamos y elijan los delegados paritarios. Se necesitará la fuerza unida del gremio: el gerente general de Kimberley Clark acaba de decir “El negocio no resistiría, en términos de rentabilidad, una nueva apertura de paritaria”. No quieren aflojar un mango.

Las seccionales opositoras pueden jugar un rol fundamental en esta tarea, a condición de una completa independencia de las patronales, su Estado y gobierno.