Sindicales

23/9/2015|1382

La quiebra de Cepan: empresarios y municipio contra los trabajadores

La empresa es una "pyme" que tiene entre sus propietarios tiene al burócrata Gerónimo "Momo" Venegas

EXCLUSIVO DE INTERNET


Cepan era una de las panaderías más conocidas de Necochea y Quequén, con tres sucursales de venta siempre concurridas, gracias a un precio que no tenía competencia en la ciudad: 12 pesos el kilo.


La empresa es una "pyme" que tiene entre sus propietarios tiene al burócrata Gerónimo "Momo" Venegas, del sindicato de trabajadores rurales y que pagaba a sus trabajadores salarios miserables de 2.000 a 3.100 pesos y los sometía a un nivel brutal de superexplotación laboral.


Ante el reclamo de regularización por parte de los compañeros, la patronal cerró la empresa, los trabajadores armaron una cooperativa ("La Unión") para hacerse cargo y hoy se encuentran en lucha para conservar los puestos de trabajo.


El Partido Obrero acompañó desde el primer momento el reclamo de los compañeros señalando los límites del cooperativismo y de las pymes, y la necesidad de luchar por una estatización de la empresa bajo control de sus trabajadores.


A continuación una entrevista a los compañeros de Cepan.


-¿Cómo surgió el conflicto?


-Empezó con irregularidades en los pagos, el bajo salario y se sumó un despido de una compañera.Se pedía que a la compañera despedida se la reincorporara, que nos pagaran la remuneración que figura en la escala salarial y la registración de la totalidad de los empleados. De los 18 trabajadores, ocho no estaban registrados.


-¿Qué salario cobraban como trabajadores de Cepan?


-Ganábamos 3.100 pesos por ocho horas de trabajo, cuando una dependiente que atiende el mostrador tiene que ganar 8 mil. Había un panadero que ganaba 2.000 pesos. Yo trabajaba en el reparto,trabajaba diez horas por día, cortadas, y ganaba 3.000 pesos.


-Y cuando ustedes hicieron el planteo por recomposición salarial y por la reincorporación, ¿qué pasó?


-Dijeron que no los iban a dar porque la caja había bajado, porque no había buenas ventas… siempre lo mismo. Y, frente a nuestra solicitud, dijeron que los números no les daban, que tenían que cerrar.


Luego vinieron los del Sindicato de Panaderos, con sede en Mar del Plata y vieron muchas anomalías. Ahí nos plantamos todos porque no daba para más la situación. Y empezaron las audiencias en el Ministerio de Trabajo el 12 de agosto. Estuvimos el 12 y el 13 y el 14 la empresa dijo "nosotros nos abrimos y se la dejamos a ustedes (a la fábrica) como parte de la indemnización, y trabájenla o hagan lo que quieran". No en los papeles, fue de palabra.


-Ustedes también habían denunciado hostigamiento.


-Sí, también. Porque tenían seis cámaras repartidas. Faltaba en el baño nada más… Movías una lata y te llamaban por teléfono y te decían "¿por qué moviste esa lata?". Era tremendo.


-¿Y ustedes durante las audiencias toman la fábrica?


-Sí, el miércoles a la noche se llega a un acuerdo intermedio y decidimos quedarnos en el lugar, porque ellos nos amenazaron con que si nosotros nos íbamos cambiaban la cerradura y se llevaban todo lo que había adentro.


-¿Y cómo es la situación actual?


-Todavía está en "veremos". En términos legales no tenemos nada. Eso lo maneja nuestro abogado, que es el del sindicato. Pero los socios que están detrás de ellos (la patronal) son el "Momo" Venegas y Corapi (Pascual, dueño de Panadería "La Serena").


-Tenemos información que los socios que ustedes mencionan no estarían de acuerdo con entregarle a ustedes la fábrica, ¿esto es así?


-Sí. Ellos plantearon: "nosotros nunca dijimos que le cedíamos la panadería para formar la cooperativa".


-Pero hay testigos…


-Sí, pero en los papeles no hay nada, aunque ellos lo dijeron delante de los del Ministerio, recién hoy se empezaron a levantar actas de pre-acuerdo sobre este tema.


Además, una persona de ahí adentro (el ministerio) dijo que nuestros recibos eran por cuatro horas, es decir, por media jornada, y que nosotros lo firmábamos. Pero yo no firmaba eso no cobraba. Yo lo necesitaba, y lo sigo necesitando.


Si querían hacer las cosas bien, los del ministerio (que está ubicado en la esquina de la fábrica) podían venir una, dos y tres veces y revisar. Entonces me decían que ellos no podían hacer nada, porque como nosotros firmábamos y aparentemente estaba todo bien. Eso me lo dijo uno que se postula para concejal ahora.


-¿Cuál es el objetivo hoy?


-Conformar la cooperativa y seguir manteniendo nuestra fuente de trabajo, levantar el lugar, mejorar los salarios y seguir adelante nosotros.