Sindicales

10/7/2014|1322

La reacción de la clase obrera

Emfer y Tatsa


EMFER

 

Los trabajadores de las fábricas Emfer y Tatsa, dedicadas a la reparación y fabricación de trenes y colectivos, comenzaron una ocupación de la planta ubicada en el cordón industrial de Migueletes. El lunes, los medios de comunicación transmitieron en vivo la represión de la Policía Federal a los trabajadores que marcharon hacia la General Paz para hacer oír su reclamo. Tomados de sorpresa por la represión, los quinientos compañeros metalúrgicos se reorganizaron y continuaron sus acciones, lo que provocó una nueva represión con carros hidrantes, gases lacrimógenos y balas de goma. La asamblea resolvió mantener la ocupación de la planta hasta que el gobierno nacional se avenga a comenzar un período de negociaciones. La medida de los trabajadores se produjo luego de constatar que, una vez más, no cobraron ni el aguinaldo ni la quincena correspondiente.

Estas empresas pertenecen al grupo Cirigliano, uno de los grupos económicos “nacionales y populares”, que se convirtió en tal, a partir del sostenimiento kirchnerista del régimen de privatizaciones montado por el menemismo. Los Cirigliano tomaron posesión de la empresa en el año 94, en el cuadro de privatización de todo el sistema ferroviario, donde también adquirieron la concesión de la línea Sarmiento. Luego de la masacre de Once, los Cirigliano fueron desplazados de la concesión del Sarmiento y se encuentran entre los principales responsables. Luego de esto, Emfer y Tatsa comenzaron a quedarse sin trabajo, ya que éstas siguieron en manos de los Cirigliano.

Desde 2012 se vienen desarrollando todo tipo de negociaciones con la Secretaría de Transporte y el gobierno nacional. Estas negociaciones produjeron “mesas de trabajo”, las que fueron levantadas por el propio gobierno, por no poder dar ninguna salida a esta situación. Sólo fueron estirando la crisis hasta hoy, donde ni siquiera se pagan los salarios.

El grupo Cirigliano fue beneficiario de subsidios “extraordinarios” durante veinte años, al mismo tiempo que produjo un enorme vaciamiento del Sarmiento y también de Emfer. Por su parte, el ministro Randazzo compró trenes a China en lugar de producirlos en Argentina. A pesar de la necesidad de reconstruir el servicio de transporte y, al mismo tiempo, deja ocioso a Emfer.

El cuerpo de delegados y los trabajadores de Emfer y Tatsa han definido continuar la ocupación de la planta y comenzar una enorme campaña de difusión y apoyo al conflicto. El viernes 11 se realizará una movilización a la Secretaría de Transporte, que luego se trasladará a las puertas de la Cámara de Diputados. Allí se realizará una audiencia, donde se dará a conocer el proyecto de expropiación y estatización elaborado por los trabajadores. Esta propuesta hecha por Néstor Pitrola fue tomada por los compañeros.

Estamos en presencia del agotamiento de la política de beneficios millonarios al servicio de la “reconstrucción de la burguesía nacional” iniciada por los Kirchner. Es necesario que se declare de interés público la producción y reparación de trenes y colectivos, se abran los libros de las empresas y se resuelva la expropiación y la estatización bajo control de los trabajadores.

La enorme experiencia y vitalidad de la lucha de los trabajadores de Emfer y Tatsa muestra un nuevo escenario para el conjunto de la clase obrera. Desarrollemos una enorme campaña de apoyo y solidaridad con esta lucha crucial del movimiento obrero.

J. P. R.


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Entrevista a Rafael Artiguez, delegado de Emfer

“Que el Estado se haga cargo de esta fábrica”


-Contanos, ¿cuál es la situación?

-Básicamente, el conflicto se origina por la falta de pago del aguinaldo y de la quincena, y fundamentalmente porque los trabajadores no tenemos ningún trabajo que realizar. A partir de esto, habíamos decidido hacer una jornada de lucha en la General Paz para intentar abrir una negociación con el gobierno. A las 6:30 de la mañana, sin previo aviso, estando los compañeros en la carpa, nos reprimió la policía. Hubo una represión a las 6 y otra a las 9:30, cuando intentamos hacer otra nueva acción. Ahora estamos esperando que haya una solución política a esto. Habíamos tenido una reunión con la patronal, donde el propio Ciriglianonos dejó claro que tira la toalla y patea la pelota para el gobierno.

-¿Cuál es el problema de fondo?

-El Estado compró coches chinos y nosotros, básicamente, reparamos y fabricamos trenes acá. Ante esa compra, nosotros planteamos todo tipo de planes alternativos para poder conservar nuestro trabajo. Aquí somos cuatrocientos trabajadores especializados y podemos ayudar en la reparación de todos los coches chinos y los coches viejos que hay acá.

-¿Están sin trabajo, no tienen qué hacer?

-Sí, estamos sin trabajo y la patronal no tiene insumos, no trae nada. Lo mínimo no lo garantiza: nos debe todas las cargas sociales. Estamos en una situación límite.

-¿Qué ha hecho el gobierno hasta este momento?

-Nosotros veníamos teniendo reuniones periódicas con el gobierno, en las que se venían estudiando distintos planes. A la última reunión del jueves, donde supuestamente iban a tener un plan alternativo, no se presentó a la cita en el Ministerio de Trabajo y, a partir de ahí, estamos sin ninguna solución.

-¿Cómo sigue esta lucha?

-Nosotros vamos a seguir acá, defendiendo nuestro trabajo en donde lo llevamos adelante, intentando buscar un canal de negociación. No tenemos otro camino más que el Estado se haga cargo de esta fábrica directamente ligada al servicio de transporte en la Argentina.