Las horas cátedras de Tecnología de 8° año
desaparecen, las horas de Físico-Química de 8° y
9° desaparecen, las horas de Tutoría de 8° y 9°
desaparecen, las horas de Formación Etica y Ciudadana
desaparecen; habrá contratos por tres meses de asesores
pedagógicos;alumnos que debían estas materias, aprobados
por circulares, sin tener los mínimos conocimientos
acreditados, pasan de año. Este es el mapa de la reforma que
la Dirección General de Escuelas de Mendoza impuso de manera
inconsulta a una semana del inicio de las clases, dejando en la
calle a dos mil docentes
sin sus horas cátedra.
Suplentes y titulares, porque, lógicamente,el movimiento que
se da en cada institución afecta también a titulares que
pasan a disponibilidad por un año, y luego se van a encontrar
sin posibilidad de reubicación en las escuelas. El caos que ha
generado la Resolución 149, firmada sólo por Ema
Cunietti, la progresista –y ex repasista-, directora general
de Escuelas, hace que hoy en cada establecimiento la incertidumbre
sea preponderante en la docencia en general, ya que los cambios de
horario y turnos de dictado de clases afectará a todos y no
sólo a los espacios curriculares involucrados en la
reforma.

Esta reforma, vestida de “mejor calidad educativa para
nuestros chicos”, es una forma más de aplicar la
flexibilización laboral y, en consecuencia, sacrifican la
estabilidad laboral de los docentes, tan preciada como para
cualquier trabajador. El único objetivo de la misma es ajustar
gastos que tendrán como destino el pago de la deuda y el
subsidio a los “prósperos empresarios
mendocinos”.

La bronca de los docentes no se hizo esperar y el día
miércoles 2 del corriente, un grupo de profesores rodeó
el vehículo de Cunietti, pidiendo a viva voz su renuncia,
impidiendo que su auto avanzara y debiendo ésta huir como una
rata escoltada por la policía, que no dudaba en golpear a los
manifestantes.

Esta reforma educativa tiene el total aval del ministro Filmus,
que seguramente tratará de extenderla al resto del
país.

Violeta