La patronal de AyC (Atlántida y Cochrane) —el taller de la Donnelly y los Vigíl que sucedió al despido masivo— otorgó un aumento salarial, pero sólo a los maquinistas de la sección prensa (rotativas en el lenguaje de los chilenos).

Esta restricción generó una bronca que se canalizó en un petitorio impulsado por la Comisión Interna a favor de un aumento para toda la planta. La firma fue masiva, superó largamente los 100 compañeros.

La patronal reaccionó con ferocidad, acusando a los delegados de ‘zurdos’, de apartarse de la organización sindical (se refiere a la burocracia) y hasta de “faltarle el respeto” a la empresa. La jefatura llamó a los compañeros uno por uno, para advertirles que serían despedidos masivamente ante otra actitud similar.

Pero la patronal y la burocracia frenadora y entreguista se han tenido que chupar el reclamo masivo, que revela las verdaderas reivindicaciones de los obreros de AyC. Adelante compañeros de AyC, ustedes están expresando el verdadero sentir de todos los gráficos y de todos los trabajadores.