Sindicales
1/11/2016
La tormenta pone en evidencia peligros para usuarios y trabajadores de los ferrocarriles
Y desnuda la precarización laboral. Por un plan de obras inmediato, bajo control obrero.
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Los días de tormenta son un suplicio para los usuarios que llegan a Plaza Constitución y se encuentran bajo una cortina de lluvia que surca los cables de 21.000 kwtt hasta llegar a casi todos los andenes. También los ferroviarios que trabajan en ese ámbito están expuestos al riesgo que representa el deterioro de los techos vidriados de los andenes.
Su reparación fue contratada hace años a una tercerizada propiedad de Sergio Taselli, quien fue un ícono del vaciamiento de los ferrocarriles cuando tuvo la concesión del Roca hasta el 2007. Hoy las obras están paralizadas.
Pero no es el único ámbito donde las lluvias intensas representan un problema. En los talleres ferroviarios de Escalada, los activistas de la Lista Gris denuncian que la lluvia inunda fosas, baña las paredes internas, cae sobre los cables de alta tensión y recorre los tableros eléctricos en el ámbito donde los trabajadores deben desarrollar sus tareas.
El departamento de seguridad e higiene de Trenes Argentinos (Sofse) tiene conocimiento de estas irregularidades hace muchos años, pero hace la vista gorda.
Mientras el macrismo pretende una reforma de la Ley de Riesgos del Trabajo para restringir los montos indemnizatorios que recibirían los trabajadores, las condiciones de trabajo son sometidas a riesgos laborales extremos en las propias empresas del Estado.
Las conducciones de los gremios ferroviarios jamás han respondido a las numerosas denuncias hechas por los trabajadores, ni han denunciado el régimen de las ART, que se encuentra entre la herencia más negrera que nos dejó el menemismo, del cual han sido cómplices.
Exigimos un plan de obras inmediato en todas las áreas donde se encuentra en riesgo la seguridad de trabajadores y usuarios, bajo control obrero.