El martes 3 de agosto, a los 77 años de edad, falleció un gran militante obrero, nuestro compañero Juan López.

Comenzó a militar en su adolescencia y transitó por varios gremios. En todos ellos tuvo destacada actividad militante. Fue delegado del gremio de la madera y destacado activista ferroviario. Yo lo conocí en 1968. En Santos Lugares, hicimos una reunión en casa de Germán, un compañero de Política Obrera, obrero ferroviario de los Talleres Alianza, con él y un militante de otro partido. Nos pusimos de acuerdo y sacamos un volante común saludando la ofensiva vietnamita del Tet, de ese año.

Militantes obreros hay muchos. Juan era un militante obrero revolucionario. No luchaba contra la explotación capitalista ciegamente. Juan usaba su propia cabeza. Era un crítico de la actividad partidaria y personal.

Juan rompió con el Partido Comunista, veinte años antes de que apareciera Gorbachov, y con el Pcr, mucho antes de que los restauracionistas chinos mostraran adónde quería ir el PC chino burocrático. Cuando se jubiló, Juan fue uno de los impulsores de las marchas de los miércoles frente al Congreso. Nunca faltaba, salvo cuando su salud se lo impedía. Dentro del Plenario de la Coordinadora se enfrentaba con las direcciones que apoyaban a los partidos patronales, por lo que la vieja guardia stalinista lo quería echar.

Dentro del PO también fue un revolucionario. Los militantes del PO lo conocen por sus intervenciones políticas en los Congresos y en los debates precongresales. Por sus artículos en el periódico. Siempre crítico, siempre militante. Al último Congreso ya no pudo concurrir. Su salud estaba muy quebrada. Nada particular, sólo años de explotación sobre sus espaldas. Siempre militante, Juan entregó un artículo denunciando el cierre del Hospital Ferroviario, que no pudo salir en la última edición por falta de espacio.

Juan López: que las nuevas generaciones se reflejen en el ejemplo de tu vida dedicada a la revolución socialista.