La Unión Industrial Argentina (UIA) señaló al gobierno en una nota su “preocupación” por la caída del consumo y la necesidad de políticas que “permitan sostener la demanda”, en medio del abrupto ajuste que viene liquidando el poder adquisitivo de la población. Las patronales se quejan de las consecuencias del ataque a los salarios que ellos mismos encabezan, liquidando el mercado interno, con una porción significativa de los trabajadores registrados en la pobreza.

Desde la entidad que agrupa a las patronales industriales remarcan una caída de la actividad económica que ya acumula nueve meses corridos, debido a la retracción del consumo, acusando que solo en el primer bimestre del año registraron una caída interanual del 8,3% de la actividad. Sin embargo, poco dicen de su responsabilidad en la materia, con las subas indiscriminadas en los precios y el ajuste sobre los salarios.

Esto se pone de manifiesto tan solo un día después de que el presidente Javier Milei encabezara una cadena nacional para elogiar las “virtudes” del ajuste fiscal en marcha, donde se destacan los recortes en la obra pública, jubilaciones, programas sociales, salarios de la administración pública y recursos y transferencias a la salud, educación y otros.

La observación de la UIA llama la atención por lo descarado. Se trata del sector que viene apuntando desde hace tiempo contra los programas sociales, como un medio para baja aún más el piso salarial de los trabajadores en actividad, y así embolsarse mayores ganancias.

Según el último dato del Indec los salarios perdieron un 18% real de su capacidad de compra en el último año, acentuándose la caída en el último periodo como fruto de la escalada inflacionaria y el anclaje de los salarios.

Un informe del Mirador de Actualidad del Trabajo y la Economía (Mate) recaba que desde el 2015 hasta la fecha los salarios promedios registrados del sector privado pasaron de cubrir el 136% de una canasta de pobreza a tan solo el 90%, por lo que muchos trabajadores se encuentran en la pobreza.

Además, las patronales impulsan el reclamo en favor de la reforma laboral antiobrera que el gobierno busca aprobar en el Congreso, lo que serviría a avanzar más a fondo contra los derechos y salarios de los trabajadores, afectando aún más al mercado interno y la caída de la actividad económica que muchos ya proyectan que continuará varios meses más.

El gobierno y las patronales comparten una orientación antiobrera que destruye los salarios, jubilaciones e ingresos populares, y atenta directamente contra el mercado interno. Los trabajadores debemos enfrentar esta orientación partiendo de la lucha por una recomposición general de los salarios y jubilaciones, y la asistencia inmediata para los desocupados y comedores populares.

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