Sindicales

8/7/1999|634

La UOM entregó a los obreros de Diasa

Se acaba de levantar el conflicto de Diasa. Una asamblea con apenas 150 despedidos de 700, resolvió aceptar las indemnizaciones al 100 por ciento. 15 compañeros rechazaron el levantamiento y llamaron a continuar la lucha por la reincorporación.


Este desenlace no era ‘fatal’ ni ‘inevitable’. Expresa el fracaso de la política del sindicato, que se negó a ocupar la planta ni bien se produjo el cierre patronal. No fue un hecho imprevisto sino un secreto a voces que venía circulando por la empresa varias semanas antes. Sin embargo, la dirección de la UOM no hizo nada por la defensa de los puestos de trabajo.


En lugar de eso, la UOM Quilmes abrió todo tipo de ‘expectativas’ (compromiso de Fiat en continuar la producción hasta fin de año, producir el auto económico de Duhalde, etc.) que, a la hora de los hechos, se revelaron infundadas.


Mientras se hacía este tipo de especulaciones, lo único cierto es que la planta seguía cerrada y los trabajadores en la calle. La ‘espera’ sin horizontes, ni perspectivas, fue provocando el desangre de la lucha y preparando el desenlace fatal.


La disposición de lucha que anidaba en la planta quedó evidenciada en la asamblea del pasado jueves 8 de julio, previo al fin de semana largo, cuando el secretario general, el ‘Barba’ Gutiérrez, en persona, se vio sorprendido por la reacción de los obreros. Frente a la propuesta de la UOM Quilmes de dar por concluido el conflicto y aceptar las indemnizaciones, la abrumadora mayoría de los presentes se pronunció por continuar la lucha. En estas circunstancias, el Partido Obrero hizo circular una declaración denunciando el fracaso de la política de la UOM y exigiendo la inmediata ocupación de las fábricas en conflicto y el lanzamiento de un paro seccional y nacional de la UOM. La declaración del Partido Obrero despertó muestras de simpatía y signos de aprobación de los trabajadores ante el enfado de la burocracia.


El fin de semana largo, la patronal hizo circular un nuevo telegrama, colocando el lunes 13 como último plazo para aceptar las indemnizaciones al 100 por ciento. Vencido ese plazo, la oferta se reduciría al 50 por ciento. Con esa presión de por medio, la UOM logró finalmente hacer pesar la propuesta que cuatro días antes se había estrellado con la sorda resistencia de los trabajadores.


La experiencia de Diasa evidencia la bancarrota de una dirección, como la UOM Quilmes, ‘asimilada’ e integrada al aparato miguelista y al apoyo a Duhalde. Los trabajadores deben extraer todas las conclusiones de esta experiencia para avanzar en la estructuración de una tendencia clasista que supere la política pro-patronal de la burocracia sindical y abra una perspectiva independiente para el movimiento obrero.