Sindicales

3/4/2016

La UTA, aliada del gobierno y las patronales

Los trabajadores de la UTA deben rechazar tanto este aumento salarial a la baja, como así también el aumento del boleto cuyos costos reales la población ignora.


El solo hecho de que Roberto Fernández, el “capo” de la UTA, apareciera en el estrado junto a las patronales y el ministro de transporte Guillermo Dietrich -que se lo agradeció especialmente- cuando anunció aumentos del 100% en los pasajes, habla de una complicidad absoluta con el gobierno macrista, las empresas y el tarifazo. Los medios vincularon a dichos protagonistas con un paquete negociado en común, sobre el precio del pasaje, subsidios y aumento salarial. Pero mientras las patronales habrían obtenido un aumento del boleto al doble y un incremento de los subsidios de 500 millones sobre los 2161 que reciben todos los meses, más una rebaja de 15% en el precio de chasis y carrocerías (La Nación), la UTA, en cambio, se fue con un aumento de 29% en cuotas para 12 meses. El cual, anualizado, va a ser bastante menos, mientras la inflación corre a un ritmo de 50% anual.


 


Fernández respaldó el aumento del boleto: "no voy a ser hipócrita, hay que pagar tarifa para funcionar", dijo el jefe sindical. El pacto con empresas y gobierno lo lleva a apoyar un aumento en el costo de vida de la población por dos vías: el aumento de transporte y el que este traslada a todas las mercancías.


 


Los trabajadores de la UTA deben rechazar tanto este aumento salarial a la baja, como así también el aumento del boleto cuyos costos reales la población ignora. Reclamar una paritaria en serio con asambleas y paritarios electos y una auditoría independiente, que haga público el movimiento real de fondos de las empresas y los subsidios que, se sabe, son desviados a inversiones privadas de todo tipo.