Sindicales

14/8/2003|813

La victoria obrera emocionó a todos

Cuando finalizó el acto, reinaba la emoción en todos los compañeros y llamaba la atención ver, por ejemplo, al compañero Juan Lencina, viejo luchador del gremio de la carne, abrazándose con todos y derramando lágrimas por el triunfo obtenido; al igual que Carlos López, que tan duro trabajó por la recuperación de Sasetru; incluso Elis, una documentalista australiana que nos acompañó estas últimas tres semanas y llegó a sentirse tan cerca de Sasetru, que vivió el triunfo entre sonrisas y lágrimas que no podía contener. Josefa Ortega, mientras la reporteaba Crónica TV, con lágrimas en los ojos, relatando este triunfo tan distinto a esas otras lágrimas que tenía cuando la reportearon durante el desalojo. Y como esta emoción era tan auténtica, contagió a otras personas cuyo contacto con nosotros fue circunstancial, como a un pasajero del tren que viajó de ida con nosotros y casualmente tomó el mismo tren de regreso y nos preguntaba con mucho interés: “¿Cómo les fue? ¿Lo lograron?”.


Cuando la emoción cala tan profundo en el ánimo de los trabajadores nos muestra la justeza de nuestros reclamos. Por muchas otras emociones.