El 4 de septiembre, vecinos de Villa Porá se movilizaron al Parque Industrial de Quilmes (Cepile). Denunciaron a sus autoridades por contaminadores y por haber cerrado al tránsito nueve calles del barrio. Esto sucede desde hace más de 18 meses, cuando el directorio del Parque Industrial decidió enrejar nueve bocacalles. Hicieron “desaparecer” de la guía Filcar más de 22 manzanas.

Esto puso a los vecinos de Villa Porá, instalados desde hace más de 30 años dentro de las 46 hectáreas ahora privatizadas, en una ratonera. Existe una enorme inseguridad y no se permite la libre circulación de coches, colectivos, ambulancias, remises, autobombas de bomberos.

A fines de agosto, se incendió una vivienda en Villa Porá como consecuencia de desperfectos en las líneas eléctricas (el Parque Industrial las sobrecarga). Por el cierre de calles, los bomberos tardaron una hora y 15 minutos en llegar. Cuando por fin llegaron, las llamas habían devorado buena parte de la vivienda.

En la movilización estuvieron presentes vecinos de Villa Porá, una representación de la Sociedad de Fomento de Villa Higueritas (que ya había presentado la denuncia del cierre de las calles directamente en el Concejo Deliberante), y el candidato a Concejal de Lanús por el Partido Obrero, Lisandro Martínez.

Martínez denunció que “ni el intendente Quindimil ni el Concejo Deliberante (PJ, FPV, PRO, ARI) están dispuestos a desactivar esta bomba de tiempo porque tienen una ligazón estrecha con las patronales. Para vivir en libertad y sin contaminación es necesario establecer, junto con los obreros del Parque Industrial, Comisiones de Seguridad e Higiene que garanticen la salud de los obreros y de los vecinos e identifiquen el cuadro de contaminación ambiental existente en todo el parque, a través de la polución y del volcado de peligrosos residuos industriales que contaminan a la población".

Reclamamos:

Control de los procesos productivos (hay muchas químicas y curtiembres) por comisiones mixtas (vecinos y obreros) electas por asambleas.

Plan integral de obras públicas y urbanización del barrio (viviendas para las 300 familias; cloacas, gas y luz), con mano de obra del lugar, con salario igual a la canasta familiar y bajo control vecinal.

Abastecimiento de insumos para la sala de salud, guardias pediátricas y ambulancia las 24 horas en el barrio.