En la última Asamblea Nacional de Trabajadores (ANT) concurrió (por primera vez) formalmente el MST. Ciertamente, no pasó de un mero formalismo.

En la Comisión Sindical, por ejemplo, sobraron los dedos de una mano para contar a los militantes de esa fuerza que participaron.

También debe señalarse como absolutamente formal (es decir, oportunista) su participación, porque los que allí estaban presentes –especialmente directivos de Sutebas opositores– boicotearon en sus respectivos sindicatos la participación de los delegados docentes en la ANT.

No obstante ello, uno de los directivos sutebistas que pertenece al MST intervino enfáticamente en la comisión para denunciar el supuesto carácter “autoproclamatorio” de la ANT, porque en su seno –dijo– no estaban contenidos muchos “luchadores”. Seguramente sumaría a esa ausencia a los compañeros docentes que su corriente se esforzó para que no participaran de la ANT, incluyendo una cantidad importante de delegados docentes del MST.

Por eso, grande fue el asombro cuando el coordinador nacional del MST –desde el escenario y en su discurso de cierre– convocó a “hacer grande a la ANT”.

Un exabrupto “autoproclamatorio” que, recordando el infausto “Hagamos grande al MAS” de Luis Zamora, testimonia que las corrientes aparatistas son irrecuperables, o bien, que en el tramo final de su discurso el citado coordinador nacional lanzó una maldición consciente al futuro de la ANT.