El pasado jueves 12 de mayo la Legislatura Porteña aprobó el proyecto del oficialismo para la reforma del Estatuto Docente, de espaldas al rechazo de la docencia que se expresó en un paro masivo acompañado por una gran movilización junto a las comunidades educativas. Ya en aquel momento desde estas páginas anticipamos que el proyecto impulsado por el gobierno contaba con las imprecisiones y ambigüedades suficientes como para permitir en la reglamentación que el Ejecutivo le diera un carácter aún más regresivo para las condiciones de trabajo de los docentes.

En los últimos días empezó a circular entre los docentes un texto con los puntos destacados de esta reglamentación que estaría siendo tratada por el gobierno en reuniones junto a algunos de los sindicatos docentes a espalda del conjunto de los trabajadores de la educación. Además de los ya conocidos elementos que socavan el ascenso en la carrera docente e introducen el salario al mérito, se sumaría en el decreto reglamentario un carácter flexibilizador aún mayor de las condiciones de trabajo y un ataque directo a la organización sindical.

Según lo que el texto filtrado desliza, bajo la excusa de garantizar un ciclo lectivo de 190 días, el mismo gobierno que a través de las prácticas profesionalizantes recorta horas de clases para garantizar mano de obra gratuita a las patronales busca establecer una limitación de licencias y las vacaciones docentes. De esta manera, Larreta y Acuña pretenden que la responsabilidad del Estado de garantizar los días de clase recaiga sobre los trabajadores de la educación, incluso limitando sus derechos. Un ataque que va en línea con la restricción al acceso a las licencias médicas que viene llevando adelante el gobierno porteño mediante la injustificación compulsiva de días y descuentos.

Más aún, que la garantía de los 190 días de clases sea el ajuste del período de vacaciones es un ataque velado al derecho a huelga. Acuña y Larreta tienen una abierta política antisindical que se expresa en la persecución y sumario a los docentes que se organizan en rechazo a la política oficialista y en el descuento de los días de paro, aun cuando la Justicia le haya ordenado devolver el dinero. En el mismo sentido debe leerse el cuestionamiento a las licencias para actividades gremiales “sin las certificaciones oficiales” que circula. El gobierno apuesta a una mayor regimentación para seguir avanzando con su política de ajusta, reforma laboral y reforma educativa a pie juntillas con la orientación fijada por los organismos de crédito internacional.

Llamar a esta normativa “Ley de Fortalecimiento de la Carrera docente” es una impostura. Su contenido es contrario a todos los medidas que permitirían fortalecer el ingreso, la permanencia, el ascenso y la jubilación docente: aumento salarial acorde a la canasta familiar, la triplicación del presupuesto educativo, la construcción de escuelas y jardines, un plan de obras de infraestructura escolar, servicio alimentario de calidad, creación de cargos y nombramientos docentes, labor pedagógica en parejas y la largamente reclamada la titularización masiva, fotográfica y en cascada para el conjunto de la docencia.

No es de extrañar que las distintas alas de la burocracia sindical, que no organizó la lucha contra este ataque a nuestras condiciones laborales, guarden silencio mientras el gobierno entre gallos y medianoche profundiza su embestida en la reglamentación. En función de sus intereses de camarilla e integración al Estado está comprometida con la orientación de los gobiernos que descargan la crisis sobre las condiciones de vida de los trabajadores. Sin mandato alguno se reúnen con el gobierno a espaldas de la docencia.

Alertamos al conjunto de la docencia y llamamos a la necesidad de abrir un proceso de deliberación que permita definir el plan de lucha necesario para rechazar el profundo ataque contra nuestras condiciones de trabajo que llevan adelante Larreta y Acuña con la venia de la burocracia sindical. La masiva movilización y el paro mostraron las reservas de lucha de la docencia. Vamos por la titularización del conjunto de la docencia que quedó fuera de la medida del gobierno, por recuperación del salario derruido por la inflación, por la defensa del conjunto de nuestros derechos. Rechacemos la reforma flexibilizadora, exijamos la derogación inmediata de la reforma del estatuto.

https://prensaobrera.com/sindicales/sutna-nuevas-medidas-de-lucha

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