El secretario general de la CTA de los Trabajadores, Hugo Yasky, fue el anfitrión de Cristina Fernández en su sede cuando declaró la guerra contra los movimientos piqueteros y los trabajadores desocupados, plantando la bandera máxima del ajuste fiscal para saldar la crisis financiera y la debacle económica, siempre dejando intacto el pacto con el FMI.

El 2 de julio, la CTA Autónoma, de Hugo “Cachorro” Godoy, estuvo presente entre los aplaudidores del acto de Ensenada, en cuyo transcurso renunció el exministro de economía, Martín Guzmán.

El giro aún más derechista y antiobrero del gobierno y del kirchnerismo los encontró hermanados para bancar a la nueva ministra Batakis.

Claudio Lozano, el director del Banco Nación, declaró inmediatamente después de conocerse la designación de la nueva ministra de Economía que “la llegada de Batakis abre la posibilidad de abordar temas que estuvieron postergados en la gestión del exministro y que son centrales para la perspectiva política y social de la Argentina”.

Redobló también la subordinación de la CTA al gobierno del Frente de Todos con completo apoyo al ataque de Cristina Kirchner contra los movimientos piqueteros: “La importancia que tiene que la vicepresidenta haya planteado con claridad que la solución a la falaz discusión entre ocupados pobres y receptores de planes y poner en marcha una estrategia que coloque en la Argentina la necesidad de un Ingreso Básico Universal que actúe como piso de garantía de ingresos para el conjunto de los hogares” . Lozano también apoyó el planteo de Cristina Kirchner de marchar a una economía bimonetaria, es decir, con una moneda devaluada para los trabajadores, y en divisas para los capitalistas (Página 12, 10/7).

Para Yasky “el nombramiento de Batakis es una oportunidad para frenar a la especulación y avanzar en la distribución del ingreso”, aunque la flamante ministra adelantó que la recuperación salarial no podrá ser del 100%. Más aún, “al surgir de un consenso que incorpora la mirada de Alberto Fernández y la de Cristina, va a permitir sostener una gestión comprometida con el pensamiento nacional y con la justicia social” (Infogremiales, 8/7).

Hermanados, también, contra el sindicalismo combativo

Las burocracias sostenedoras del gobierno del ajuste pactado con el FMI se disputan los gremios de la ex CTA a dentelladas, dividiendo y paralizando a los estatales. Pero se unen para –fraude y acción conjunta con el gobierno de por medio- desplazar a comisiones internas combativas. Ese operativo se desenvolvió recientemente en las elecciones de las comisiones internas de ATE Inti y ATE Educación La Plata, en las que actuaron como agentes directos de las patronales.

Pilares del “hay 2023”

Los discursos de Cristina Kirchner son un ataque al movimiento obrero, un rescate de la política de ajuste y de sostenimiento del pacto con el FMI y también de puesta en escena de un nuevo “hay 2023” para que “no vuelva la derecha”. De esta campaña son pilares también estas burocracias entreguistas, que se siguen presentando con el barniz del “sindicalismo que lucha”, aunque en los últimos tres años no han realizado ni una “suelta de globos”.

Detrás de esta política ya han sido cooptados incluso sectores sindicales que en el pasado hasta tuvieron un perfil combativo, como la dirección del actual sindicato docente de Tierra del Fuego (Sutef), o la actual dirección del Atech de Chubut, dirigido por el PCR, hoy plenamente integrado al Frente de Todos.

Esta presión se está expresando también en sectores que integran el campo antiburocrático, por ejemplo en el sindicalismo docente. Efectivamente, en las reuniones para la conformación de una lista nacional Multicolor, para las elecciones de Ctera, a realizarse en el mes de septiembre, el debate se ha llevado a cabo con algunas agrupaciones que consideran viable colocar a la cabeza de la lista Multicolor nacional a dirigentes de la CTA Autónoma de “Cachorro” Godoy, algo completamente incompatible con el origen y el perfil de la Multicolor, y con su programa, absolutamente independiente del Estado y de cualquier sector de la burocracia sindical adosada a él.

Sería la contracara de la lista combativa que existe desde el año 2013. La Multicolor es un frente único clasista e independiente de todas las burocracias, y en particular de aquellas que se autoproclaman “con aguante” pero para bancar el ajuste fondomonetarista.

Este debate, que recién empieza, es clave para el futuro del movimiento obrero, cuyo triunfo en la lucha que se abre reside en la defensa de su acción independiente y en la recuperación de los sindicatos, en la esquina completamente contraria a la de la burocracia sindical entreguista.

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