Sindicales

11/7/2019|1556

Las empresas incumplen el ruinoso acuerdo de la UTPBA

No pasaron ni 30 días desde la firma del desastroso acuerdo paritario de prensa escrita, cuando varias empresas periodísticas de la ciudad decidieron echar mano de la cláusula avalada por la decrépita directiva de la UTPBA que les permitía desconocer -incluso- el cumplimiento de esos porcentajes a la baja.


Después de firmar una recomposición del 8% para el acuerdo 2018-2019 (lo que consagró una pérdida de poder adquisitivo que ronda el 25% de los salarios) y prometer algo similar para el período 2019-2020 (15% en dos cuotas hasta noviembre), la UTPBA ha avalado lo que comenzaron a hacer las empresas periodísticas, en efecto dominó: con sólo aducir dificultades, apelan a un símil "preventivo de crisis" por anticipado, sui generis y unilateral que los habilita a desconocer el acuerdo. Esta política que se ha generalizado destruye la paritaria de prensa en tanto negociación colectiva, una conquista de la lucha impulsada desde los cuerpos de delegados de base en 2013 y que redundó en la conformación del Sipreba.


Es lo que ha hecho la fantasmagórica patronal de Atlántida, donde aún no abonaron el medio SAC y donde los trabajadores, en asamblea, resolvieron comenzar con medidas en rechazo de la decisión, que incluyen ceses de tareas.


También en Editorial Perfil, donde la empresa, en plena expansión, no cumplió con el pago del bono de fin de año en 2018 y ahora no sólo no abonó el aguinaldo, sino que amenaza con no pagar el miserable aumento paritario, lo que ya motivó una asamblea en la redacción que también viene de rechazar el plan de retiros voluntarios presentado por la patronal.


En Ámbito Financiero la situación no es más auspiciosa. Después de varios meses de incumplimientos patronales, han decidido no cumplir con el pago del aguinaldo ni comprometerse siquiera con fechas tentativas de pago.


La impunidad patronal no es nueva. Llega después de seis años de paritarias a la baja que representa nada menos que una pérdida de poder adquisitivo de más del 50% y que ubicaron el salario básico de la categoría testigo del redactor debajo de la línea de pobreza que marca el gobierno de la Ciudad. Esto sin contar las empresas en las que además de los acuerdos paritarios, se desconocen estatutos y convenios, y las otras tantas en las que se registraron cierres, achiques y despidos, que sumaron más de 3.000 trabajadores de prensa despedidos en los últimos tres años.


Como ha sucedido en Télam, donde los trabajadores, luego de un año de lucha ejemplar con paros, ocupaciones, marchas y medidas de todo tipo, están en proceso de derrotar una embestida feroz por parte de las autoridades de los medios públicos, el único camino es seguir apostando a la organización y la lucha a través de nuestro sindicato. La misma actitud han tomado los trabajadores que han debido enfrentar despidos y aprietes y la defensa del salario como en Clarín, Atlántida, Radio Nacional y El Cronista por nombrar sólo los conflictos más recientes.


Es el momento de organizar y unificar esa bronca para defender nuestra paritaria colectiva y poner fin a la ofensiva de las empresas. Es necesario construir un plan de lucha de todo el gremio en defensa del salario. Es el camino para sacarse de encima y de una buena vez el lastre de la UTPBA que sigue usurpando una representación que ha perdido indiscutiblemente en la realidad de las redacciones, los canales y las radios.