Sindicales

17/5/1993|391

Las limitaciones de la Comisión Interna

El salario de los trabajadores de Propulsora cayó un 50% desde el inicio del “plan” Cavallo, y los ritmos de propducción se han intensificado.


Esta situación terminó por reventar, cuando la Interna y los delegados convocaron a asambleas por sector para impulsar un reclamo de 200 pesos de incremento salarial. Cuando Techint (patronal de Propulsora) rechazó de plano el reclamo varias líneas pararon espontáneamente, hicieron asambleas por turno con los delgados, y ratificaron el reclamo de los 200 pesos. Como consecuencia de una iniciativa de la base de la fábrica, se generalizó el corte de horas extras afectando duramente los compromisos de entrega con las fábricas automotrices.


Como contrapartida, Di Tomaso y la burocracia seccional de la UOM La Plata (Lista Azul) salieron a pinchar el reclamo calificándolo de … ¡¡excesivo!! Mientras la empresa amenazaba con quitar los “lunchon tickets” (asignación por comida), la burocracia se dedicó a apretar a los delegados para que no se tomaran medidas de acción directa.


Con este telón de fondo, cuando la Interna y el Cuerpo de delegados convocaron a asamblea general para resolver si se aceptaba o no una contra oferta patronal de 55 pesos, el criterio dominante de los delegados era rechazar e ir a la lucha pero la Interna decidió no tomar posición. A pesar de la desorientación provocada por la Interna, la mayoría voto por el rechazo a los 55 pesos y por el inicio de un plan de lucha progresivo para arrancar los 200 pesos, pero sin precisarlo.


La burocracia se tomó de la indecisión de la Interna para amenazar con desconocer los resultados de la votación, lo que llevó a la Interna a convocar a otra asamblea para “ratificar o rectificar” lo aprobado. El resultado era previsible: con la CI a la defensiva y en una asamblea minoritaria se votó ajustadamente aceptar los 55 pesos ofertados por Techint.


El curso que ha seguido la Interna expone los límites de una dirección sindical que viene de encolumnar el voto antiburocrático de los metalúrgicos de la zona en las elecciones de la UOM (a la cabeza de la Violeta, obtuvo el 44% de los votos y triunfó en las concentraciones obreras más importantes).


La tortuosa aceptación de los 55 pesos ha dejado disconforme a la mayoría de la fábrica.