Sindicales

29/3/2017

Las mentiras de Vidal

Respuesta a las declaraciones de la gobernadora bonaerense en el programa de Jorge Lanata.


En un reportaje en Radio Mitre, la emisora paraoficial del macrismo, la gobernadora Vidal atacó con una catarata innumerable de injurias a los docentes, en un esfuerzo desesperado de deslegitimar los reclamos de los maestros y profesores y su ataque a las paritarias del sector.


 


En un exabrupto incalificable, puso en el mismo lugar a los policías corruptos que colaboran con el narcotráfico, que vulnera en primer lugar a la niñez, y a los corruptos que lucraron con la obra pública, que hace que los chicos se embarren las únicas zapatillas que tienen por la falta de asfalto y falten al día siguiente a clase por falta de calzado, con los docentes que hoy están haciendo paro. “¿Qué les digo a esos chicos que, encima, cuándo van a la escuela no tienen clase?”, dijo la gobernadora.


 


El “incisivo” Jorge Lanata no encontró necesidad, ante semejante desvarío, de formular repregunta alguna.


 


Las mentiras de Vidal


 


El embuste inicial fue la “denuncia” de Vidal de que el ausentismo es del 17 por ciento, aspecto que usó el gobierno como chantaje, para aumentar algunos pesos sobre el miserable 19 por ciento en tres cuotas a cambio de un presentismo que sólo se cobraría sin faltar un solo día, aún por enfermedad, el mismo mecanismo del llamado “ítem aula” del gobernador mendocino, Alfredo Cornejo, de Cambiemos. Efectivamente, tal cual se vanaglorió en todos los medios públicos el gobernador, en Mendoza los docentes van a trabajar enfermos.


 


La enorme mayoría de las licencias que no son enfermedades son de trabajadores que hacen otras tareas por ascensos, como directores, vicedirectores, secretarios o maestros destinados a cumplir tareas en las diversas secretarías de Asuntos Docentes de los distritos o en la administración central que, en la mayoría de los casos, también, son suplentes, porque el gobierno no sustancia la titularidad de sus nuevos cargos. Esas decenas de miles de docentes son reemplazados en sus cargos de base por suplentes.


 


Por otra parte, aquellos docentes que están con licencias crónicas por enfermedad, en su enorme mayoría cumplen tareas administrativas, supliendo cargos que la gobernación no habilita. Lo del ´suplente del suplente del suplente´ que esboza Vidal es una injuria completa. ¡El suplente trabaja y el suplantado también!


 


Para más datos, en un gremio compuesto en casi el 100% por mujeres, la licencia de seis meses de amamantamiento es sin goce de haberes: ¡si amamantás, no comés!


 


Además, desde la época de Duhalde (y esta gente habla de ´cambio´), las licencias son controladas por “prestatarias” privadas, que cobran fortunas.


 


Estas prestatarias tienen la mecánica de no dar más de tres días de licencia, desoyendo las indicaciones del facultativo para su paciente, lo cual es ilegal. Ello es así porque la Dirección de Cultura y Educación no cubre las licencias de menos de cinco días, lo que deja a los chicos sin clases y le permite al Estado ahorrarse miles de miles de pesos de salarios de suplentes híper necesarios.


 


¿Entonces, María Eugenia, quién deja a los chicos sin maestros?


 


La gobernadora no pudo, a pesar de la complacencia de los periodistas, dar cuenta de los “abusos”, salvo cuando mencionó supuestas licencias excesivas de parte de los dirigentes sindicales.


 


El gobierno debe abrir los libros de la administración educativa y del uso del presupuesto al control de los trabajadores de la educación, para verificar las cifras que esgrime y el uso de los recursos.


 


Salario


 


El segundo embuste fue señalar que con el “aumento” que ofreció el gobierno permitiría que los docentes alcancen salarios promedio de entre 19.000 y 23.000 pesos. Al día de hoy, sin aumento alguno, el preceptor, cargo testigo para los profesores, con 24 años de antigüedad –la máxima– gana 11.672,95 pesos. Y el maestro de grado, en la misma condición, 13.136,71 pesos. Es decir, salarios por debajo de la línea de pobreza. Con un aumento del 20 por ciento en cuotas, contra una pérdida salarial del 35 por ciento (sumando lo perdido en el 2016 y lo que se proyecta como mínimo para el año en curso), Vidal ratifica profundizar los salarios de pobreza en la docencia.


 


Vidal acusa a los docentes de “hacer política”. La prueba, según ella, es que los dirigentes que hoy le reclaman son los mismos que firmaron paritarias a la baja en las 14 paritarias anteriores a ella. Lo único cierto de esto es que hoy los docentes paramos, precisamente, por los salarios de miseria que la dirección provincial de Suteba acordó en el pasado y que la gobernadora pretende perpetuar.


 


El objetivo de la gobernación de Buenos Aires es derrotar a los docentes e imponer este operativo de pauperización salarial y de ajuste presupuestario (Vidal ya redujo en casi 17.000 millones de pesos el presupuesto educativo) porque es la punta de lanza de un ataque contra el conjunto de los trabajadores. Vidal fue muy clara en el reportaje: quiere arreglos “a la baja” como los de comercio, estatales y petroleros.


 


Frente a este ataque, y con la enorme energía de los 60.000 docentes movilizados a la gobernación hace menos de dos semanas, planteamos la necesidad de que la dirección de Suteba convoque a un Plenario Provincial de Delegados de todas las escuelas y de todos los turnos de los 21.000 establecimientos de la provincia, para ratificar y profundizar el plan de lucha y resolver en su seno la aceptación o rechazo de cualquier nueva contrapropuesta patronal.