Sindicales

15/4/2020

Las petroleras y la burocracia sindical buscan recortar más del 50% de los sueldos

Declaración de la Agrupación Obreros del Petróleo.

Agrupación Obreros del Petróleo

Recientemente se conoció el borrador para un acuerdo entre las empresas petroleras y los sindicatos que vienen participando, junto con el Ministerio de Trabajo, de las negociaciones con las mismas (entre ellos el de Petroleros Privados de Río Negro, Neuquén y La Pampa, que conduce Guillermo Pereyra), que consumaría descomunales rebajas salariales contra los obreros del sector en todo el país. 


La reducción salarial consiste en pagar solo los salarios básicos más el importe equivalente a la vianda (de $570 por día). Teniendo los petroleros básicos muy bajos y siendo el pago de las viandas solo por 20 días, la quita en los salarios será por encima del 50 %.


Ante este profundo ataque, la agrupación Obreros del Petróleo publicó un comunicado que compartimos a continuación. 


Petroleros: con el salario no se jode – NO a las reducciones salariales que preparan las empresas, el gobierno y Pereyra


Las empresas, las burocracias sindicales y el gobierno se encuentran tejiendo un acuerdo ruinoso para los trabajadores petroleros, el que, a su vez, será un golpe para toda la economía neuquina. Pretenden imponer suspensiones masivas en las que sólo se cobrará el básico más una vianda por día. Las reducciones salariales serán, en la mayoría de los casos, superiores al 50%. Muchos otros viejos ya se encuentran cobrando los salarios en cuotas. Halliburton y Schlumberger han abierto un plan de ‘retiros voluntarios’, que no es otra cosa que despidos encubiertos. 


Es cierto que la industria petrolera se encuentra en una crisis. Sucede que el parate económico, forzado al extremo por la pandemia, ha derivado en una extraordinaria caída de la demanda petrolera. 




Pero ¿una vez más debemos ser los trabajadores los que paguemos los platos rotos de la crisis? Entendemos que no. Las operadoras, las productoras y las empresas de servicios han amasado ganancias extraordinarias en todos estos años. 


Si se abrieran los libros de contabilidad de esas empresas quedaría en evidencia que cuentan con la espalda necesaria para afrontar la actual tormenta, sin la necesidad de tocar ni un solo peso de los trabajadores. Lógicamente, eso plantea meter mano en las grandes ganancias acumuladas por las empresas. Es decir, plantea un choque de fondo con las patronales. Choque que ni el gobierno ni la dirección del sindicato están dispuestos a liderar. 


Pero insistimos: ¿cuál debe ser la prioridad? ¿Las ganancias de las empresas o los ingresos y la vida de los trabajadores? Las empresas, además de confiscar los salarios de los trabajadores, están reclaman un precio del barril de petróleo que duplique el precio internacional (barril criollo) y la eliminación de las retenciones a las exportaciones. Eso significará más tarifazos e impuestazos contra el pueblo. De no cumplirse con todo esto, las empresas amagan con retirarse del país. Es un chantaje contra los trabajadores y el pueblo argentino, al que el gobierno y la dirección del sindicato están accediendo. 


¡Pero no se puede aceptar ningún chantaje! 


Hay que exigir que las empresas abran sus libros de contabilidad y que muestren sus números. Si se niegan, entonces hay que nacionalizar sin indemnización toda la industria petrolera, empezando por las operadoras, y que queden bajo el control de los propios trabajadores. 


Así, la industria petrolera podría estar al servicio de producir combustibles para abastecer el mercado interno y para desarrollar la industria nacional, y no al servicio de las ganancias de un puñado de empresarios. 


Nuestros reclamos inmediatos deben ser los siguientes: 


•    Defensa de la cuarentena y los diagramas 1×1 mínimos hasta que termine la emergencia sanitaria.

•    Las suspensiones no pueden implicar reducciones salariales: se debe pagar el salario promedio cobrado durante los últimos cuatro meses de actividades normales. 

•    Ni despidos abiertos ni despidos encubiertos (retiros voluntarios). 

•    Para defender este programa, necesitamos comités de seguridad e higiene, electos por los propios trabajadores, no por los traidores de Pereyra y secuaces.