En el marco de un brutal achicamiento de los salarios, producto de la devaluación y la escalada inflacionaria, el martes 26 de febrero Volkswagen anuncio cuatro días de suspensión a partir del 5 de marzo para todo el personal de la planta Pacheco.

Si bien la empresa informo a los medios que las suspensiones se deben a una “parada técnica”, a sus trabajadores les comunico que es por una “baja en la demanda”. Es un nuevo paso del plan de ajuste que comenzó el año pasado con los aumentos en la saturación de los puestos, la presión a los trabajadores con licencia médica o tareas livianas, una maliciosa campaña “contra el ausentismo” y los más de cuarenta despidos, supuestamente “justificados”. A esto hay que sumarle la intención de imponer prejubilaciones, retiros voluntarios y “devolver” los compañeros que vinieron de Mercedes Benz, es decir más despidos encubiertos.

Las suspensiones que se dieron en Fiat, Renault, Volkswagen Córdoba u otras automotrices quedaron chicas compradas con esta; más de 4.500 trabajadores sin contar los de administración, seguridad y todas las tercerizadas (lo que elevaría el número a más de 6.000).

Durante los últimos años Volkswagen tuvo ganancias records y fue líder de ventas en casi todos los segmentos del mercado.

Antesala de despidos

Hace meses se vive un clima de incertidumbre en la planta y los rumores de la eliminación de un turno son cada vez más firmes. Luego de las suspensiones la producción baja de 470 unidades por día a 450, número que se puede producir en dos turnos.

La burocracia kirchnerista del Smata es el principal aliado en esta empresa, la pasividad con la que dejó (y deja) pasar todas y cada una de las medidas antiobreas que llevó adelante Volkswagen, es obscena. Ante los despidos y suspensiones, y la constante inflación, la burocracia se preocupa por ver de qué manera les roba el salario a los trabajadores con un “seguro de vida solidario”, que no es otra cosa que la cortina de humo para salvar las cuentas del sindicato y obra social, arruinadas por años de corrupción. El repudio de los trabajadores es total, y la deliberación constante.

La Naranja Mecánica lanzó una campaña de denuncia de las suspensiones como antesala de los despidos y por la convocatoria de una asamblea general que discuta un plan de lucha para defender los puestos de trabajo y el salario. La campaña tuvo una fuerte repercusión entre los trabajadores. A esto hay que sumarle una importante actividad del Partido Obrero de la Zona Norte en puerta de fábrica, volanteando y discutiendo con los trabajadores el proyecto de ley del Frente de Izquierda en contra de despidos y suspensiones y por un aumento de emergencia, con una excelente recepción. Los trabajadores hicieron circular el volante del Partido Obrero dentro de la planta a escondidas de los delegados de la verde.

 Corresponsal