En estos tres meses de lucha contra los despidos en Lear, el gobierno nacional ha mostrado todo su repertorio contra los trabajadores. Por un lado, Berni y la Gendarmería apelaron a la represión directa, con espías y “caranchos” incluidos. Por el otro, el Ministerio de Trabajo nunca ordenó la reincorporación de los despedidos, y fue parte de la asamblea trucha montada por el Smata para dotar de “legalidad” a la maniobra fraudulenta y antiobrera de Pignanelli.

Los delegados que ingresaron a la planta fueron obligados a retomar sus puestos de trabajo dentro de un “corralito”, aislados del conjunto de los trabajadores. Mientras tanto, la patronal le ha dado vía libre a los matones de la Verde, quienes hostigan de manera permanente a los compañeros. Las denuncias al respecto no han suscitado ninguna reacción por parte del gobierno, que apuesta a quebrar a los delegados, luego de haber fracasado en la tentativa de dejarlos en la calle. El aguante de estos compañeros es clave y debemos darle todo el apoyo.

La lucha de Lear continúa en un cuadro de crisis cada vez más profunda de la industria automotriz, que vino a confirmar todas las denuncias realizadas por los delegados de Lear. La lucha de los compañeros es la punta del iceberg de la crisis que se pretende descargar sobre las espaldas de los trabajadores.

En este cuadro, la asamblea de los compañeros de Lear ha resuelto movilizarse al Ministerio de Trabajo para exigir que se reincorporen a los despedidos. La cita será este jueves 11, a las 16 horas, en el Obelisco. Acompañemos con todo esta nueva instancia de lucha de Lear, cuyos luchadores no han podido ser quebrantados a pesar de los esfuerzos de la patronal, el Smata y el gobierno.

Juan Pablo Rodríguez