Sindicales

15/9/2016|1428

Lista Naranja Alimentación: “Ahora, a consagrar delegados clasistas”

Entrevista a Pablo Busch, candidato a secretario general de la Naranja de Alimentación


La novel Naranja Clasista del Sindicato de Trabajadores de la Alimentación (STIA) realizó una gran elección, con victorias y resultados muy destacados en bastiones del gremio. Aquí, su candidato a secretario general Pablo Busch, traza a Prensa Obrera una visión del sindicato y de las tareas que tiene por delante el clasismo.


 


-En los últimos meses constituyeron la Lista Naranja, ¿cómo fue ese proceso y cuáles son sus bases?


 


-Partimos de la caracterización histórica de que la Lista Verde está en un proceso de desmembramiento, que es parte del agotamiento histórico del peronismo. Con el agravante de que, con 45 años al frente del sindicato, el grupo dirigente que encabeza Morán, enfrenta su propio agotamiento. A partir de eso, logramos que un sector del activismo del gremio saque la conclusión de que con la Verde el STIA es incapaz de enfrentar el ajuste. Así fue como sumamos delegados y activistas de distintas fábricas para darle cuerpo a una lista de lujo.


 


-¿Qué balance hacés del resultado de la reciente elección?


 


-El balance de la elección es muy positivo, teniendo en cuenta a qué nos enfrentamos. Nos quisieron acusar de ser una lista aislada que no representaba nada, pero sacamos más de 1.600 votos, ganamos en ocho urnas e hicimos excelentes elecciones en fábricas estratégicas por toda la provincia. De haber podido fiscalizar el 100% de las urnas, seguramente habríamos conquistado la minoría.


 


-¿Qué perspectivas quedan abiertas para el gremio y en particular para la Lista Naranja?


 


-Para mí hay que dividir el trabajo en tres facetas: la primera es la lucha en cada fábrica de la provincia por consagrar delegados clasistas en las próximas elecciones. La segunda es consolidar el trabajo de la agrupación clasista a nivel nacional. Tenemos núcleos por todas las provincias: es necesario fortalecerlos para que de ellos surjan listas naranjas en cada seccional del país. Por último, el trabajo de la Naranja tiene que estar estrictamente vinculado con ganar la conciencia política de los activistas,  vinculando la lucha de los trabajadores por apropiarse del destino de sus sindicatos con la lucha para que se apropien del destino del país.