El ‘Lole’ va por la privatización de la Empresa de la Energía (EPE). La Alianza la apoya.

La privatización de la EPE sería el segundo embate porque hace dos meses fue sancionada una Ley de Emergencia Económica y Previsional (también en colaboración con la Alianza), que impuso un aumento de los aportes a la Caja de Jubilación a los sueldos nominales superiores a 700 pesos, el congelamiento de ascensos automáticos, la liquidación del Banco Santafesino de Desarrollo, el congelamiento salarial y de vacantes (agravando la situación en los hospitales), etcétera.

Frente a ese primer ‘ajuste’, la Intergremial Estatal ‘sucumbió’. La directiva de Luz y Fuerza ha comenzado a bajarle los ‘decibeles’ a su política de quite de colaboración que se había transformado en una semihuelga general y en un principio de ocupaciones de edificios.

La línea de los escraches, con todo lo espectacular que resultan, se agota rápidamente si no se adopta una intervención decisiva de los trabajadores.

El temor de que los apagones que deriven de una huelga, enfrenten a los trabajadores con la población, debe resolverse con la transformación de esta lucha en una causa de todos.

El grupo de los 20 sindicatos (los más fuertes de la zona) de la CGT-Rosario, donde están Luz y Fuerza, la CTA, el MTA y la multisectorial rosarina; y la ex UOM de Villa y la CGT San Lorenzo deberían llamar a un paro activo regional para iniciar un plan de lucha. Es precisamente lo que estaban discutiendo los directivos de la CGT sanlorencina.