Los docentes derrotamos al gobierno del ajuste

Los Suteba combativos rechazamos el acuerdo firmado por Suteba-FEB

La huelga docente bonaerense fue histórica. Los 17 días de huelga general indefinida fueron impuestos por la decisión de las asambleas y por las movilizaciones impulsadas por las seccionales combativas de Suteba y los frentes opositores en la mayoría de las restantes de toda la provincia.

Prevalecieron los métodos y la orientación de los sectores combativos del Suteba, porque ellos conjugaban con la experiencia de las bases sindicales, llevadas sistemáticamente a la derrota en los años pasados por el alineamiento de la burocracia sindical de Baradel con el gobierno y por su metodología claudicadora y de cúpula.

La dirección celeste del Suteba boicoteó toda forma de movilización durante la huelga, lo que equivale a un boicot, que solamente pudo sostenerse por el espíritu de lucha de los maestros. La dirección del Suteba le dio la espalda a una huelga y a una movilización que nunca promovió. En la inmensa mayoría de los distritos dirigidos por la Celeste los sindicatos estuvieron cerrados bajo cuatro llaves y sólo convocaron alguna actividad cuando las autoconvocatorias se tornaron masivas.

Nuestros logros

Los que defendimos la huelga, la mayoría de la docencia, colocamos al gobierno de Cristina y de Scioli contra la pared, y conquistamos el apoyo y la simpatía de la mayoría de los trabajadores, los padres de nuestros alumnos.

Nuestra huelga, la que Baradel levantó, nos permitió dar pasos enormes:
• desnudamos que lo que el gobierno ofrecía era sólo un 21%, en lugar del 30,9% con el que le mentía Scioli a la población;
• quebramos las maniobras de la conciliación obligatoria;
• derrotamos el intento de cerrar la lucha con la aplicación de un aumento por decreto;
• pulverizamos el intento de meternos el presentismo;
• superamos el apriete que pretendieron hacer apelando a dos fallos judiciales truchos;
• derrotamos los topes salariales de Cristina y Scioli, que planteaban un techo salarial del 23% de aumento;
• demostramos que el método para derrotar al gobierno es el de los paros con continuidad, y no los paros aislados y domingueros del Frente Gremial;
• cada día que pasaba, la movilización docente era más masiva y más activa;
• y algo im-por-tan-tí-si-mo: ¡impusimos al gobierno el pago de los días de huelga!
Luego de la gran marcha al Palacio Pizzurno, el 26 de marzo, el gobierno estaba noqueado. Consciente de que nuestra lucha estaba cada vez más unida y más compacta, hociqueó y tiró lastre. Scioli tuvo que tragarse el 21% de aumento que ofreció durante un mes de huelga y largar un aumento que, aunque completamente insuficiente, está en un promedio del 30%. Ese retroceso del gobierno es un triunfo nuestro.
En el momento en que el gobierno reculó y correspondía ir hasta el final, para obtener una verdadera mejora del básico, los 6.000 pesos y el inicial de 9.000, la dirección celeste de Suteba y de la FEB aceptaron la primera contra-oferta que le hicieron, preocupados por terminar la lucha, preocupados porque sobraban las energías y porque la fuerza de los huelguistas seguía intacta.

El resultado del pacto Scioli-Baradel, recién en septiembre llevará el básico del maestro de grado a 2.285,80 pesos y el de los preceptores a 2.078 pesos. Un maestro de grado con 17 años de antigüedad va a cobrar, sólo dentro de seis meses, por todo concepto, 6.123,20 pesos y un preceptor en igual condición 5.527,25 pesos. Mientras, Cristina y Scioli anuncian un aumento del 400% en el costo de la luz, el gas y el agua.

El rechazo a este acuerdo fue masivo. Por eso, la presidenta de la Federación de Educadores Bonaerenses, Mirta Petrocini reconoció que “muchos están disconformes con el poco impacto que tiene en el salario básico”. En el congreso de la FEB fue muy cuestionado, “con muchos distritos con resistencia a la propuesta y el pago en dos tramos”. Muchas seccionales de la FEB rechazaron el acuerdo. Lo mismo en el Suteba: en La Matanza, La Plata, Quilmes, Berazategui, Tigre, Escobar, Ensenada, Bahía Blanca y Marcos Paz (los Suteba combativos) el rechazo fue por paliza. En los distritos celestes, la burocracia sindical no permitió que los docentes no afiliados votaran, porque habría perdido en la mayoría de ellos.

Al día siguiente del acuerdo, en todos los distritos se mantuvieron las autoconvocatorias y las asambleas. Sigue el plan de lucha y la organización para intervenir en cada distrito, en las actividades del 4 de abril, aniversario del asesinato de Carlos Fuentealba, y en el paro nacional del 10 de abril.

Volvemos a las aulas para profundizar nuestra organización, para movilizarnos en nuestros distritos y para los reclamos de infraestructura, comedores, Ioma y el pago en término de nuestros haberes.

El reclamo no fue satisfecho. De una punta a la otra de la provincia hemos hecho una experiencia definitiva con la burocracia sindical de Suteba y FEB. Es necesaria una nueva dirección en la provincia y en la Ctera.

Derivaciones

La huelga docente impuso una derrota al gobierno nacional y a Scioli e instaló la huelga general como el método para que los trabajadores quiebren los topes salariales y el ajuste K. En el gremio docente, pero en general en todo el movimiento obrero, quedó de manifiesto la necesidad inmediata de recuperar los sindicatos de manos de la burocracia sindical. Una de las conclusiones que han sacado la mayoría de los activistas que animaron la huelga docente fue la necesidad de afiliarse al Suteba, para arrebatar el sindicato a la Celeste en las próximas elecciones. La lucha docente abre una nueva etapa para el movimiento obrero.


Romina Del Plá
Daniel Sierra