Ni bien asumió el antiobrero gobierno de Milei desplegó un duro ataque a los trabajadores estatales: despidos en masa, reducción de las horas extras, congelamiento salarial y amenazas de privatización y vaciamiento de las empresas públicas. La ofensiva encontró en los distintos gobiernos provinciales colaboradores de primer orden. Entre ellos, Jorge Macri, que en Capital despidió a decenas de trabajadores. Milei se aprovecha de los contratos precarios creados por quienes gobernaron en las últimas décadas, aunque nadie descarte que esté en sus planes ir por los planta permanente.

Desde ATE se confirma lo que distintos funcionarios y ministros vienen anticipando: la ola de despidos sería mucho mayor en el mes de marzo. Sin embargo, más allá de las advertencias, nuestro sindicato no sale de la completa parálisis. En ese sentido, asumió en el primer mes de gobierno de Milei la estrategia de discutir los despidos organismo por organismo.

En esta orientación de arreglar sector por sector y provincia por provincia, acuerdan tanto ATE Capital (Catalano) como ATE Nacional (Aguiar), destacando su “unidad” como una conquista. En nombre de la unidad cancelaron una movilización al Congreso, combatieron la necesidad de un paro, y, lo que es más insólito, destacan el diálogo con el gobierno de Milei como la vía que les permitió negociar los listados de despidos, resaltando incluso el éxito de dichas negociaciones.

Contrariamente, la “unidad” de los dirigentes de ATE de poco le ha servido a los miles de trabajadores que siguen despedidos y a aquellos que temen ser parte de los nuevos listados. Esta atomización sin lucha que llevan como política, no solo atenta contra la real reincorporación de quienes quedaron en la calle hasta el momento, sino que es un suicidio de cara a los despidos de marzo. E incluso, esta política de entrega los llevó a abandonar completamente cualquier reivindicación salarial, en un marco de congelamiento de las paritarias frente a la escalada inflacionaria.

En el marco de esta entrega, tanto desde ATE Nacional como desde la seccional Capital se niega la posibilidad siquiera de organizar un paro, ni que hablar de un plan de lucha. El pasado lunes 15, ATE Nacional convocó una “jornada de lucha” sin paro, que tuvo como actividad central (y única) una concentración en la vereda del CCK, donde Aguiar y Catalano pudieron abrazarse frente a las desmovilizadas columnas del sindicato.

Desde nuestra agrupación, Tribuna Estatal, impulsamos la necesidad de movilizar de forma independiente, ya sea con la Lista Multicolor como con las Juntas Internas combativas, entre ellas el Garrahan, Mecon, Inca e Indec. Ingresamos cortando la calle y exigiendo un paro y plan de lucha a los dirigentes de nuestro sindicato. Impulsamos la necesidad de una asamblea de estatales afiliados y no afiliados, que permita deliberar por un verdadero plan de lucha.

El paro general del 24 debe ser tomado por ATE en función de desarrollar una verdadera lucha para que caiga el DNU, la Ley Ómnibus, contra los despidos, la restitución de las horas módulos y por un salario indexado a la inflación mensual. Por eso debemos participar el 20 del plenario de ocupados y desocupados organizado por el Sutna y el Frente de Lucha Piquetero.

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