Cerca de 700 trabajadores del gremio gráfico se movilizaron el viernes 21 al Ministerio de Trabajo por el reclamo paritario. La medida fue convocada por el sindicato y contó con la participación de más de 350 compañeros de la Lista Naranja, a pesar de que la medida fue anunciada con sólo 24 horas de anticipación. 

 

El reclamo, que fue llevado a la reunión con la Faiga (cámara empresarial), tuvo como eje el nuevo aumento salarial que debe acordarse, luego de haber prescripto el mes pasado la paritaria semestral de un 25% firmada en marzo. Desde la Naranja levantamos, además, la defensa de los puestos de trabajo, atacados duramente desde el año pasado. Esa ofensiva patronal tomó nuevo impulso en los últimos meses. En el Ministerio no hubo acuerdo y la movilización continuó a la UIA. Luego, la Naranja realizó un acto donde habló Miguel Bravetti, secretario general de Interpack. Mientras los trabajadores realizaban el acto de protesta en las puertas del Ministerio, la cámara empresarial, en reunión con el sindicato y los funcionarios, elevó su oferta del 8 al 10%, más un bono a cobrar, en dos cuotas de 1.000 pesos, el año próximo. Con una inflación calculada en un 32% sólo hasta septiembre, la propuesta de la Faiga fue poco menos que una provocación.

 

Esta actitud de las patronales contrasta llamativamente con la actitud de la directiva del gremio, que hizo la plancha hasta el día de hoy mientras rechazaba todas las propuestas de lucha para defender el salario. La política que mantiene la burocracia la llevó a ir muy por detrás lo que se requiere en el  gremio para quebrar el ajuste, y actuando tardíamente. La Naranja inició la campaña paritaria exigiendo en agosto un plenario de delegados para discutir un plan de lucha. Al no recibir respuesta, realizamos asambleas en nuestros talleres, votamos un reclamo del 25% y nos movilizamos a las puertas de la Faiga (ver po.org.ar/prensaObrera/online/sindicales/graficos-gran-movilizacion-de-la-naranja-por-paritarias-y-contra-los-despidos). 

 

Recién la semana pasada, con el apuro de cerrar un nuevo acuerdo, el sindicato convocó a un plenario de delegados donde se votó realizar asambleas por turnos y movilizarse, pero rechazaron ponerle fecha a la movilización y que la misma fuera con cese de tareas. Sin ninguna preparación, anuncian la medida 24 horas antes. En el cuadro actual, donde se hace patente en forma brutal la necesidad de convocar un paro general  para quebrar la resistencia patronal, la directiva decide continuar con las asambleas de una hora por turno y convoca un plenario para la próxima semana en el cual se decidirá, en caso de no llegar a un acuerdo, una nueva movilización.

Como se ve, la Verde va detrás de los hechos  actuando improvisadamente con la esperanza de resolver el conflicto antes de tener que apelar a la movilización de la base del gremio.

 

La burocracia sindical refleja la parálisis en la que sumergió al gremio durante las últimas décadas, fundamentalmente durante los doce años de gobierno kirchnerista. Para quebrar el ajuste debemos tener un gremio que esté a la altura de las circunstancias. La Naranja está impulsando iniciativas en distintos talleres y reforzando la organización y la movilización de las bases. Vamos a dar la batalla hasta el final por un paro general para quebrar el ajuste y por una paritaria del 25%.